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Malas noticias para las personas que viven de alquiler, ya que el precio de estos cada vez es más caro.
La escala que ha tenido el IPC en los últimos meses ha provocado un encarecimiento de los contratos de arrendamiento que hace que estos suban hasta 550 al año.
¿Qué es el IPC?
Se trata de un índice de precios al consumidor que nos indica si los precios suben o bajan de un mes a otro.
En el mes de diciembre todos los inquilinos que tengan que revisar su contrato de alquiler y este esté vinculado al IPC pagaran 46 euros más de media en el próximo año. Esto se debe al aumento del 6,7% interanual de la inflación en el último mes del año.
Es cierto, que la subida del IPC afecta a todo el país por igual, pero esto no se verá reflejado en las capitales de provincia. Por ejemplo, San Sebastián repite como la ciudad que más ha notado el incremento de la inflación en los contratos de arrendamiento, llegando a los 60 euros/mes. Además, le siguen Barcelona, Madrid y Bilbao con incrementos similares. Todo ello, supone un gran esfuerzo por parte de los inquilinos que superan alrededor de los 620 euros/año.
Por el contrario, otras provincias como Ciudad Real, Ávila, Cuenca, Lugo y Ourense subirán alrededor de entre 23 y 25 euros/mes que rondarán entre los 280 y 300 euros anuales.
EL alza de los precios
El alza de los precios estuvo vinculada los precios energéticos, pero el empuje del IPC se ha trasladado al conjunto de la economía. Aunque con las nuevas medidas del gobierno, este ha limitado el 2% la subida de los alquileres en los próximos tres meses, hasta el 30 de junio. Por lo que un alquiler de 800 euros podrá subir como máximo 16 euros mensuales, que se traduce en 192 euros anuales.
Este tipo de medidas, favorecen durante un tiempo a los inquilinos, pero puede en un futuro traer el efecto inverso al deseado. Dificultando todavía más el acceso a una vivienda como puede ser el caso de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.