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El próximo curso escolar arrancará con una diferencia clave respecto al anterior: la mayoría de docentes están vacunados y también lo está una parte de los alumnos mayores de 12 años.
La situación sanitaria obligará, no obstante, a seguir manteniendo algunas medidas frente a la COVID-19 en las aulas. Si bien serán algo más flexibles: se garantizará la máxima presencialidad en todas las etapas, la mascarilla será obligatoria desde los seis años, las distancias de seguridad se reducirán de 1,5 a 1,2 metros en la mayoría de casos y se podrá volver a las ratios prepandemia.
Esas son algunas de las bases del protocolo ‘anticovid’ acordado por el Ministerio de Educación y las comunidades autónomas para reducir la posibilidad de contagio en los centros escolares.
La ministra de Educación y FP, Pilar Alegría, y los consejeros autonómicos del ramo, han revisado conjuntamente el plan ya acordado el pasado mes de mayo y han fijado las pautas generales que guiarán a las distintas comunidades, en función de la tasa de incidencia del coronavirus.
Máxima presencialidad
En este curso se iniciará en un contexto diferente al anterior por lo que supone la vacunación.
En el caso del alumnado entre 12 y 17 años, al menos el 61,7 % tiene una dosis y algo más del 16 % tiene la pauta completa, lo que permitirá, garantizar la presencialidad con mayores cotas de seguridad.
Se apuesta por la máxima presencialidad en todas las etapas, pero también en todos los niveles y siempre haciéndolo en un entorno seguro.
Así, las medidas podrán seguir flexibilizándose con el paso de las semanas, si la situación mejora.
Distintos escenarios en función del nivel de alerta
El documento elaborado en mayo plantea escenarios en función del nivel de alerta en cada territorio: 1 y 2 (nueva normalidad, menos de 50 casos por 100.000 habitantes) y 3 y 4 (de 150 a 250 casos por 100.000 habitantes y más de 250 casos).
Las medidas tendrán un seguimiento constante desde el inicio de curso por si fuera necesario implementar nuevas.
Los centros educativos se mantendrán abiertos durante todo el curso asegurando los servicios de comedor y se garantizará la máxima presencialidad para todos los niveles y etapas al menos en el escenario de nueva normalidad, nivel de alerta 1 y 2, y en los umbrales 3 y 4.
Si de modo excepcional no se pueden cumplir las medidas, se podría pasar a semipresencialidad solo a partir de 3º de la ESO.
Mascarillas: obligatorias a partir de 6 años
De acuerdo con dicho protocolo ‘anticovid’, el uso de mascarilla será obligatorio a partir de 6 años con independencia de la distancia o la pertenencia a un grupo de convivencia estable.
Lo previsto es que en actividades al aire libre controladas en las que el alumnado respeta los 1,5 metros, se pueda valorar no usar la mascarilla durante esa actividad, sujeto a su vez a la evolución de la situación.
También siguiendo el principio de la prudencia y la prevención, seguirán adoptándose medidas como las de ventilar adecuadamente las aulas y reforzar la limpieza de los espacios.
Grupos «burbuja», distancias de seguridad y ratios
La ministra de Educación también ha señalado que en este nuevo curso se flexibilizará la distancia interpersonal de 1,5 a 1,2 metros «en la mayor parte de las circunstancias».
Educación Infantil
Según el protocolo acordado en mayo, en Educación Infantil (3-6 años) habrá grupos de convivencia estable, aunque en 5º y 6º de primaria se podrán conformar como grupos burbuja o manteniendo la distancia de 1,5 metros, con posibilidad de reducir a 1,2 metros.
Secundaria
En las aulas de Secundaria habrá que mantener 1,5 metros de distancia, aunque se puede flexibilizar a 1,2 metros en el escenario de baja transmisión. En 3º y 4º curso, en los niveles de alerta 3 y 4, habría que implantar el metro y medio de distancia u optar por las clases al aire libre.
Bachillerato y Formación Profesional
Bachillerato y Formación Profesional plantean una distancia dentro de clase de 1,5 metros, pudiéndose reducir a 1,2 metros si hay baja transmisión.
Por otro lado, según lo acordado en mayo, se podrá volver a la misma ratio de alumno por profesor que había antes de la pandemia, siempre que se respeten las distancias de seguridad. Esta decisión queda en manos de las comunidades.