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En los últimos días un nuevo alza de los precios de la electricidad ha abierto otra brecha en las economías más afectadas por una inflación imparable. Pero no es esto, sino un nuevo concepto que aparece en los recibos, lo que más críticas ha provocado. Se trata de un epígrafe llamado “tope precio del gas” que sirve de compensación a las empresas y del que los expertos piden hacer “pedagogía” para entender que, pese a su aparición, la ‘excepción ibérica’ mantiene a España y Portugal en mucha mejor situación que sus vecinos.
¿Qué es esa compensación y por qué hay que pagarla?
Javier Colón, CEO de NeuroEnergía explica: “Con la excepción ibérica, resumiéndolo mucho, el gas entra al mercado como si costase 40 (euros por megavatio/hora). Las energías más baratas cobran al precio de 40, pero la diferencia se le retribuye a esas centrales de generación con gas, porque su coste de producción es superior”.
Detalla que el coste de producción de una central de gas está en más de 100 “y la eficiencia de producción es del 50% así que tendrían que vender al doble de su precio inicial para compensar el gasto energético”. “Ahora, con la excepción ibérica lo que se ha logrado es que paguemos solamente la diferencia a las centrales de gas, si no existiera habría que pagar a mucho más precio para satisfacer a todas las empresas productoras”, reconoce.
Otro experto, Juan Castro Gil secretario general de la Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica ( ANPIER) lo resume en una frase: “Si no hubiera compensación se caería el sistema porque los productores de gas no producirían”.
“Ese 13% que se produce hoy de electricidad con gas no se haría; el día que se logre esto con renovables será genial pero aún no llega, así que hoy por hoy el sistema eléctrico necesita que lo que se consume se genere al mismo tiempo.
Hay mucha gente que ha visto aumentar su factura de la luz y no entiende por qué si se aprobó la Excepción Ibérica. Y otros creen que es un impuesto porque aparece en sus facturas. Hago hilo para aclarar algunas cuestiones, porque hay muchísima confusión al respecto 👇
— Eduardo Garzón (@edugaresp) August 30, 2022
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Qué tipo de consumidores hay y quiénes sufren este ‘extra’ al pagar?
Javier Colón asegura que el coste se distribuye entre todos los consumidores que no tuvieran un contrato fijo en el mercado libre con anterioridad al 26 de abril, la fecha del acuerdo con la Comisión Europea. Aclara, no obstante, que no a todos los que lo pagan les aparece ese ‘título’. Solamente lo ven aquellos consumidores de tarifa fija posterior al 26 de abril y los que tienen un contrato indexado variable. Sin embargo, “en las de tarifa regulada o PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) no aparece este concepto, porque ya va embebido en lo que pagas, o sea que sí te lo cobran pero no lo ves”.
Rubén Sánchez, portavoz de FACUA, profundiza en esta cuestión. “Esa compensación la está notando especialmente el consumidor que se acoge al PVPC”. Esta es una tarifa que tiene los precios regulados por el mercado eléctrico y supervisados por el Ministerio de Industria, con los ya conocidos tramos por horas.
¿Falta pedagogía al explicar de qué sirve la excepción ibérica?
“Posiblemente falte, pero esto no es de ahora. Hay tanta información que es imposible aclararse”, lamenta Castro-Gil. “Es verdad que la gente se queja porque todo es un disparate, pero no hay una conciencia de qué está pasando. Que hoy España está carísimo, pero a la mitad de Francia y a mucho menos que Alemania”.
Por ello, insiste en que “siempre” hace falta pedagogía, “pero si pedagogía es querer meter una enciclopedia de golpe, eso no es pedagogía”. “Es imposible explicar esto con detalle porque la gente no tiene cultura energética: cuando llegó el boom fotovoltaico se metió mucha gente, muchos de ellos sin tener ni idea. La energía ha ganado mucho protagonismo desde hace poco, pero sigue sin llegar al común de los mortales. La gente entiende sencillamente el precio final que tiene que pagar”, culmina.
¿Se puede hacer algo?
Juan Castro-Gil intenta agarrarse al “sentido común” para responder. “Quiero pensar que lo de Rusia se va a prolongar y que la UE va a moverse. Más pronto que tarde Europa terminará haciendo algo parecido al tope del gas, y creo que habrá subastas diferenciadas por tecnologías. No puedo decir qué pasará, ni cuándo, pero creo que Europa se moverá en esta dirección.
″¿El problema?”. Lo define con una comparación tan peculiar como descriptiva: “Ya sabemos que Europa funciona al ritmo de un caracol subido a una tortuga… En 2022 ya se deberían haber tomado más medidas, porque si la situación con Rusia se suaviza algo, bueno, pero si no… Y el actual sistema de fijación de precios es un horror, espero que haya una regulación del mercado comunitario”.
De puertas para adentro, “poco se puede hacer”, expone con pesar Javier Colón. “Como no sea ampliar el bono social más o aplicar más descuentos o que el Gobierno aplique, no sé qué más podrían hacer contra esta situación”.