El precio de la bombona de butano ha bajado casi un 5% (4,94%) con respecto al importe registrado en la última revisión (julio). Ahora se sitúa en los 14,43 euros, el importe más bajo del último año, según han indicado Ministerio para la Transición Ecológica.
Además, desde el máximo que se alcanzó hace 12 meses, el precio de venta al público de la bombona de butano arroja un descenso del 26%.
Tope al precio
En base al real decreto aprobado a finales de junio de 2022 se limitó el precio máximo de la bombona de butano entre 8 y 20 kg a 19,55 euros. Medida que se ha prorrogado hasta el próximo 31 de diciembre.
Este precio máximo se alcanzó por última vez en la revisión del 19 de septiembre de 2022 y desde entonces ha registrado una bajada del 26,1%.
Esta reducción es posible, ya que el superávit generado en los últimos meses permite amortiguar el aumento de la cotización de las materias primas (35,7%) y las revalorizaciones del euro frente al dólar (1,2%) y en el coste de los fletes (0,7%) registrado durante este bimestre.
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Revisiones
El precio máximo de venta de los gases licuados del petróleo envasados (GLP) en envases de entre 8 y 20 kg, la tradicional bombona de butano, no se encuentra liberalizado. De forma que su valor se revisa bimestralmente el tercer martes del mes.
Esta revisión bimestral se calcula en función del coste de la materia prima (propano y butano) en los mercados internacionales. Así como del coste de los fletes (transporte) y la evolución del tipo de cambio euro-dólar.
Dicha revisión del precio, al alza o a la baja, está limitada al 5%. Acumulándose el exceso o defecto de precio para su aplicación en posteriores revisiones.
Consumo a la baja
El gas licuado de petróleo (GLP) envasado es una mezcla de hidrocarburos, principalmente compuesta de butano, que sirve como alternativa al gas natural para su consumo energético en envases a presión, especialmente en poblaciones o núcleos urbanos sin conexión a la red de gas natural.
En la actualidad, anualmente se consumen 64,5 millones de envases de GLP de distintas capacidades. Si bien se trata de un combustible en retroceso, ya que desde 2010 hasta 2021 su consumo envasado ha descendido más de un 25%.