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Perder una tarjeta de crédito es un quebradero de cabeza por muchos motivos, y uno de ellos es que la persona que la encuentre (o te la haya robado) puede llevar a cabo operaciones que tú no has autorizado. Son cargos que se pueden evitar si actuamos con urgencia a través del apagado de la tarjeta, o de la cancelación de la misma si ya es demasiado tarde.
También puedes llevar a cabo unas medidas preventivas como no llevar un papel con el PIN de la tarjeta apuntado, o disponer de una forma de pago con el móvil por si perdiéramos la tarjeta estando de viaje.
Apagar la tarjeta o bloquearla de forma temporal
Apagar la tarjeta o bloquearla de forma temporal puede ser muy útil como medida preventiva en un primer momento. “Si un usuario se percata de que ha perdido su tarjeta de crédito o débito, lo primero que debe hacer es apagar la tarjeta a través de la aplicación del banco o a través de la banca online”. Explica la criminóloga y jurista especialista en ciber inteligencia, privacidad y ciberseguridad, Susana Alwasity.
Con este paso estamos bloqueando nuestra tarjeta temporalmente. Una acción que la experta considera útil porque “si le hemos perdido la pista a nuestra cartera o tarjeta, nos permite reactivarla una vez la encontremos”.
Un paso seguro
Se trata, según Alwasity, de un paso seguro, además de eficaz, “dado que equivale a un bloqueo temporal donde nuestra tarjeta estará inactiva. Por lo que los pagos o compras con la misma serán rechazados. Lo mismo ocurrirá si intentan sacar dinero con nuestra tarjeta en un cajero, al estar apagada la tarjeta, será inservible”.
A esto, el analista de seguridad Víctor Jesús Agulló le añade el inconveniente de que “como consumidor, no todo el mundo puede permitirse prescindir de una tarjeta o limitar pagos de gran cantidad”.
Si optas por este paso, puedes hacerlo, o bien desde la página web oficial del banco o, directamente desde la aplicación o página web de la misma. Generalmente se hace en el apartado de “Tarjetas” donde podremos realizar diferentes trámites, entre los que se encuentra el apagado de la misma, aunque podría cambiar en función de la entidad que tengamos.
Hay que recordar que esta es una medida temporal y reversible, por lo tanto, aunque puede ser de ayuda en un primer momento, si no encontramos la tarjeta o estamos seguros de que nos la han robado, es importante proceder a su bloqueo completo, como nos explican los expertos. Además, cabe recordar que apagando la tarjeta no nos envían una nueva, esto último sólo ocurre si la bloqueamos de forma permanente.
También podemos bloquear de forma definitiva la tarjeta
Si buscamos por cielo y tierra la tarjeta y no la encontramos o estamos seguros de que nos la han robado, “hay que bloquearla de forma definitiva, o bien a través de la aplicación de nuestro banco, por el servicio de Atención al cliente, llamando al teléfono de urgencias de la entidad o, incluso en las comisarías, en las oficinas de Atención al Ciudadano” de la Policía Nacional o Municipal donde disponen “de todos los teléfonos de las entidades bancarias”, indica el experto en ciberseguridad, Eduardo Carrasco.
En caso de robo, “al estar nuestra tarjeta en posesión de otras manos no tendría sentido apagarla, sino que lo más seguro es inactivar esa tarjeta. Mediante esta función, muchos bancos dan la opción de solicitar una tarjeta nueva inmediatamente”, añade Alwasity.
Además, es importante que lo denunciemos ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) y que, independientemente de si la hemos perdido o nos la han robado. Estemos pendientes de los movimientos de nuestra cuenta bancaria “por si se ha tramitado un cargo indebido si hemos tardado en proceder al bloqueo de la tarjeta”, insiste la criminóloga y jurista especialista en ciber inteligencia, privacidad y ciberseguridad.
Que hacemos si nos pasa mientras estamos de viaje
Si nos vamos de viaje y únicamente llevamos nuestra tarjeta física que usamos habitualmente y la perdemos o nos la roban, “al bloquearla de forma definitiva en ese momento, nos quedamos sin tarjeta, con el perjuicio que eso conlleva”, comenta Alwasity.
Por tanto, según la experta, para ser previsores, “es recomendable viajar con algo de dinero en metálico en caso de emergencia y viajar con dos tarjetas: una física en la cartera (por ejemplo, la de crédito o la de nuestro banco principal) y la otra podemos meterla en el smartphone, (tarjeta de débito o de otro banco), ya sea en nuestro Wallet de Apple, en Samsung Pay, Google Pay o la plataforma de pago móvil que ofrecen algunos bancos. Asimismo, PayPal, por ejemplo, también posibilita a sus usuarios realizar pagos con el smartphone”.
De esta forma, señala Víctor Jesús Agulló, “podemos pagar de forma sencilla y rápida” y no quedarnos sin opciones si nos quedamos sin tarjeta física.
En el caso de que, ante la pérdida de la tarjeta, queramos retirar dinero en efectivo, “determinados bancos, como, por ejemplo, Banco Santander o BBVA, permiten hacerlo tras solicitarlo a la banca online y con un código enviado por SMS”, explica la especialista.
Susana Alwasity, además, nos recuerda que existen “tarjetas alternativas de débito y prepago, ampliamente utilizada para viajes y fácil de gestionar”.
No lleves anotado tu número PIN
Ya sea por mala memoria, porque tienes varias tarjetas o porque aún no te lo has aprendido, es importante que, como medida preventiva, nunca lleves el número PIN anotado en la cartera, en el dorso de la tarjeta o guardado en algún rincón de tu bolso para evitar ponérselo fácil a los delincuentes si pierdes o te roban tus pertenencias.
Otros consejos que ofrecen las entidades bancarias son: no guardar todas las tarjetas de crédito en la misma cartera o bolso y llevar anotados los teléfonos de contacto de emergencia de nuestra entidad bancaria para poder actuar de inmediato en caso de robo o pérdida.