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Por desgracia, en estos tiempos debemos estar siempre alerta, y es que, ante un mensaje aparentemente inofensivo como: «Disculpa, ¿quién eres? He encontrado este número en mi agenda», puede ser peligroso.
Y es que, si recibes este mensaje o uno parecido a través de la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp debes tener cuidado, ya que es muy probable que se trate de otra estafa.
Recientemente saltó la alarma por otro fraude a través de la plataforma, en la que alguien se hacía pasar por un familiar cercano y pedía dinero desesperadamente.
En qué consiste el engaño
Según ha informado el portal especializado en WhatsApp “WABetaInfo”, esta jugada pretende conseguir información personal a través del engaño, como datos bancarios o contraseñas. Hace tiempo que la aplicación se convirtió en blanco fácil de los hackers, puesto que permite hacerse pasar por alguien de confianza y entablar una conversación, propio de la ingeniería social.
Con la excusa de comprobar la identidad del contacto, comienzan una serie de preguntas personales, como pueden ser cómo te llamas, dónde trabajas o qué edad tienes, con el fin de ganar confianza e información de la víctima.
No compartas información personal
Si en algún momento la persona propone contactar a través de redes sociales, como Instagram o Facebook, es probable que al aceptar estés dándole acceso a información de tu dispositivo móvil.
Fotografías, contactos, contraseñas… Los delincuentes tratan de acceder a información y archivos personales para después pedir dinero a modo de rescate, amenazando con difundirlo todo si no se accede al chantaje.
Aunque esta técnica lleva tiempo en el punto de mira y es de sobra conocida, hay usuarios que siguen cayendo en la trampa y pensando que se trata de un contacto conocido.
«Siempre son amables contigo porque quieren ganarse tu confianza», señalan desde WABetaInfo. «Empiezan a pedir detalles simples. Por ejemplo, cuál es su nombre y trabajo y cuántos años tiene, y hacen algunos cumplidos para que se sienta bien», añaden en el portal.
Estos casos son complejos puesto que, aunque pagues un primer rescate por recuperar tus datos, es probable que vuelvan a reclamar dinero.
Lo mejor que puedes hacer en estos casos es atajar el problema de raíz, cortar la comunicación, y denunciarlo en los cuerpos de seguridad correspondientes.