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Cada vez son mayores las llamadas que recibimos a todas horas de “empresas” que se hacen pasar por nuestra compañía de telefónica, de luz o gas. ¿Y muchas veces estas llamadas parecen tan reales que podemos caer en la trampa?
¿Has sido víctima alguna vez de este tipo de llamadas? Pues déjame decirte que podemos tomar medidas en el caso de recibirlas. Así que muy atento que empezamos.
¿Cómo sucede la suplantación?
Los usuarios reciben una llamada de su compañía informándoles que esa misma noche les van a incrementar su tarifa y se va a iniciar un nuevo compromiso de permanencia. “Tu supuesta compañía” te aprieta un poco diciendo que si no aceptas el cambio de precio perderás tu número de teléfono o comentando que tienen ofertas más interesantes en otras compañías del mismo grupo y que pueden hacer una portabilidad.
Pero quien te llama no es tu compañía. Es un engaño que tiene como objetivo atraer clientes y hacerte cambiar de operadora, ya que normalmente poco tiempo después recibes una segunda llamada de otra empresa para ofrecerte su tarifa.
O lo que es lo mismo, estamos ante un caso de vishing (una llamada en la que se suplanta la identidad de una empresa).
Lo que dice la normativa
Según el artículo 9 del Real Decreto 899/2009, de 22 de mayo, por el que se aprueba la carta de derechos del usuario de los servicios de comunicaciones electrónicas, las compañías deben cumplir unos requisitos en lo que respecta a las modificaciones del contrato.
Este artículo establece que los operadores deberán notificar al usuario final las modificaciones contractuales con una antelación mínima de un mes, informando expresamente en la notificación de su derecho a resolver anticipadamente el contrato sin penalización alguna.
Con lo cual, este tipo de llamadas son fraudulentas y si las recibes deberás llamar al servicio de atención al cliente de la compañía de teléfono, de luz o gas para comprobar si la llamada la han hecho ellos o no.
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¿Qué consecuencias tiene la suplantación de identidad?
La suplantación de identidad tiene consecuencias negativas y, en algunos casos, muy serias, tanto para quien es víctima de este tipo de delito como para quien lo comete.
Las consecuencias de suplantación de identidad para las víctimas son las siguientes:
- Robo de dinero
- Clonación de tarjetas bancarias
- Falsificación de documentos
- Contratación de servicios a nuestro nombre
- Robo de datos
- Solicitud de préstamos a nuestro nombre
- Comisión de estafas o fraudes con nuestro nombre
¿Cómo prevenir la suplantación?
Aquí van unos consejos para que estés alerta en el caso de que recibas alguna llamada que te haga sospechar:
- Procurar no dejar fotocopias del DNI o cualquier otro documento de identidad desatendidas o en manos de extraños.
- Configurar la privacidad de nuestros perfiles lo máximo posible.
- Revisar la política de privacidad y las condiciones del servicio al que queremos acceder.
- Instala en tu móvil alguna aplicación de alerta de teléfonos fraudulentos.
- Utilizar contraseñas fuertes y que no contengan datos relacionados con cumpleaños, nombres de familiares, direcciones.
- No conectarse a Wifi públicas o que no sean de confianza.
- Asegurarnos de que el sitio donde realizamos compras por Internet es seguro (la dirección debe empezar por https:// y tener un candado cerrado en la barra del navegador).
- Llama al servicio de atención al cliente de tu compañía para verificar quién ha realizado la llamada.
Han suplantado mi identidad ¿qué puedo hacer?
Lo primero que debes hacer es poner una denuncia ante la Policía Nacional o la Guardia Civil.
Una vez hecho esto, si se trata de un robo de datos bancarios, deberás cancelar todas tus cuentas o, al menos, pedir al banco que las bloquee.
Y, por último, avisar a tu verdadera compañía de lo sucedido para que también pueda tomar las medidas oportunas.