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La Guardia Civil nos avisa del peligro al que nos expone mandar o compartir nuestro DNI en Internet: así puedes hacerlo de forma segura y evitar las ciberestafas.
Entre los múltiples casos de timos online que cubrimos cada semana, lo más habitual es encontrarnos con campañas dirigidas a robarnos los datos bancarios. Todos sabemos lo que los cibercriminales pueden hacer con ellos. Pero, en muchos casos, descubrimos que también nuestro DNI es de interés para los que pretenden estafarnos. Sin embargo, no todo el mundo tiene claro exactamente qué pueden hacer con esa información una vez hayamos mandado el DNI por Internet.
Son más que conocidos los casos en que una petición de una fotocopia del DNI, como condición para completar una operación en plataformas como Wallapop o MilAnuncios, termina con el nombre del afectado vinculado a gastos y apuestas que él jamás ha realizado.
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El problema de mandar el DNI por Internet
La Guardia Civil, que cada cierto tiempo nos recuerda en redes sociales la importancia de no mandar el DNI por Internet. Es decir, no ceder nuestros datos al primero que nos los pida. Los datos del DNI, una vez en poder de los ciberestafadores, les permite usarlos para registrarse en casas de apuestas, abrir cuentas, pedir créditos bancarios, hacer compras y ventas, etc. Todo a nuestro nombre.
En estos casos, a la hora de presentar una denuncia, sería recomendable aportar tantas pruebas como sea posible. Empezando por capturas de pantalla que demuestren que nuestro interlocutor solicitó la foto de nuestro DNI, así como la demostración de que le mandamos el DNI por Internet.
En cualquier caso, el mayor riesgo surge cuando, además, proporcionamos una foto o imagen escaneada de nuestro DNI a un tercero. En ese momento, no sólo estamos abriendo la puerta a que cualquiera nos pueda suplantar, sino que estamos entregando información sobre nuestros padres (facilitando la realización de nuevas estafas, como el ‘timo del hijo’), o sobre la dirección de nuestra vivienda particular (imagina a qué podría dar pie esa información en malas manos).