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El día 2 de mayo fue el día internacional contra el acoso escolar, cada día cientos de niños sufren esta lacra en sus colegios. Situaciones que pueden se pueden prevenir y evitar, si comenzamos a plantearlo como un problema real que precisa observación, prevención y soluciones inmediatas.
¿Qué se entiende por acoso?
Es cualquier maltrato físico y psicológico que se recibe por parte de los acosadores ya sea en el centro educativo o a través de redes sociales, que este último se conoce como ciberacoso.
Es cierto que cualquier niño o adolescente puede ser víctima de acoso escolar. No existe un perfil determinado ni de víctima ni de acosador.
Este proceso de acoso suele desencadenarse cuando se pone a un niño en el foco de atención del resto del grupo y otro compañero le maltrata física o psicológicamente. El acoso escolar no es un juego entre escolares, sino que se trata de algo muy serio que puede marcar a un niño para toda la vida, e incluso inducirle al suicidio.
¿Cómo podemos intervenir en los diferentes ámbitos: familia, escuela y víctima?
Primero ante todo debería existir un protocolo de actuación en estos casos. Seguidamente se debe de comunicar la situación con el fin de que se valore y poder aplicar las medidas preventivas para poder aplicar un plan de intervención tanto con el agresor como con la persona agredida.
Por otro lado en las aulas se pueden llevar a cabo medidas preventivas como dinámicas de grupo para trabajar diferentes situaciones con el fin de concienciar a los alumnos y alumnas.
Además intervenir de forma separada tanto con el agresor como con la víctima. En el caso del agresor trabajar todo lo relacionado con las habilidades sociales, conducta, hacerle ver de forma reflexiva lo que ha ocurrido para reparar si fuera posible el daño causado.
Por otro lado, con la víctima apoyarla y comprender por lo que ha estado pasando para poder intervenir mejor. Mostrarle nuestra confianza y escucha activa.
En el caso de las familias, orientar y solicitar colaboración de estas, es decir, debemos hacer partícipe a la familia de todo el proceso ya que es un agente clave en la Intervención.
¿Cómo puede detectar la familia que su hijo sufre bullying?
- Cambio de actitud: presenta un aspecto triste o deprimido, alteraciones del humor, irritabilidad, inseguridad, etc.
- Pérdida de interés por el trabajo escolar y empeoramiento de sus calificaciones.
- Intentos para evitar ir a la escuela, absentismo escolar: se pueden quejar de dolor de cabeza o de estómago, pueden tener vómitos o taquicardia que se presentan antes de ir al colegio.
- Dificultades de concentración.
- Alteraciones del sueño: duermen intranquilos, tienen pesadillas o lloran.
- Tienen pocas amistades y escasas relaciones con los compañeros y compañeras del colegio (y esto no se debe a un trastorno del desarrollo). En muchas ocasiones, suelen estar solos.
- Van y vienen de la escuela por sitios poco lógicos.
Para denunciar estas situaciones y/o buscar apoyo han habilitado un teléfono contra el acoso escolar 900 018 018, se trata de una línea gratuita y confidencial del Ministerio de Educación y Formación Profesional, atendida por psicólogos apoyados por trabajadores sociales y abogados de la Fundación Anar.
Información adicional de la ilustradora
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