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Cuando me planteo este tema, en mi mente surge la pregunta: ¿Por qué está mal visto que puedan disfrutar del ocio las familias o personas que perciben algún tipo de ayuda económica por parte de servicios sociales o alguna administración?.
En esta sociedad de la que formamos parte, tendemos a criticar sin saber o a etiquetar por la simple apariencia, sin conocer realmente la historia que existe detrás de cada familia o persona y que les ha llevado hasta ahí.
La aporofobia
Es cierto, que una razón de ello, en muchos casos, el no tener un empleo fijo y de calidad hace que no se dispongan de medios económicos para invertir en actividades como ir al cine, salir a cenar, ir a un concierto, etc.
En nuestra sociedad, pasar por una situación de vulnerabilidad no está bien visto y atravesar una situación o momento complicado a nivel económico produce un rechazo a nivel social.
Mi pregunta es, ¿cualquier persona o familia que este percibiendo una ayuda pública, no puede tener un momento de ocio o disfrute con su familia o con amigos?. El simple hecho de que pueda disfrutar o tener un momento de ocio, ya se sobreentiende como que se está aprovechando de la administración pública.
Una sociedad sobrepasada por los prejuicios
En este sentido, ¿acaso las dos personas que están criticando la acción de esos padres saben realmente la situación de esa familia?. Esta viñeta refleja perfectamente la sociedad en la que vivimos.
Del mismo modo y siguiendo la línea de la viñeta, se desconoce el esfuerzo que está haciendo esta familia por salir adelante o para dar a sus hijos los medios necesarios, para que no crezcan en un ambiente hostil o de necesidades.
El aislamiento social forzado
Uno de los factores por los que existe un mayor riesgo de aislamiento social que puede llegar incluso a afectar a la salud mental es la vulnerabilidad social y con ello las etiquetas que se perciben por parte de la sociedad.
Estamos inmersos en una sociedad en la que tenemos el piloto automático puesto desde que nos levantamos hasta que nos acostamos y en la que el estrés laboral y social nos genera una gran presión psicológica. Es cierto, que muchas veces cuesta desconectar y dedicar tiempo a descansar o realizar aquellas actividades que sean de nuestro agrado las cuales no tengan nada que ver con nuestra vida laboral.
La importancia del ocio y el autocuidado
Por ello, aunque el tiempo de descanso y de autocuidado hoy en día esta infravalorado ya que muy pocas personas se pueden permitir esos minutos de desconexión.
Es muy importante dedicar unos minutos del día al ocio y al autocuidado con el fin de poder tener esa paz mental que todos necesitamos en algún momento del día. Es importante también abandonar la idea de llegar a todo y ser perfectos, ser felices cuesta muy poco y todos nosotros lo tenemos al alcance de nuestra mano.
El hecho de poder disfrutar de un momento de ocio es fundamental ya que aumenta la confianza, mejora la autoestima y con ello nos sentimos mucho mejor.
En definitiva, apartemos a un lado los prejuicios, tengamos un poco mas de empatía y dejemos que los demás puedan vivir dignamente.