El pasado diciembre, concretamente el día 10, se dio a conocer una noticia que pasó a la historia como una de las más importantes para la automoción de nuestro país. Se firmó el acuerdo entre el grupo Stellantis y la firma china CATL para la puesta en funcionamiento de la fábrica de baterías en Figueruelas, Zaragoza, junto a la planta que tiene allí durante décadas. Todo ello, con una inversión de 4.100 millones de euros, la creación de 3.000 puestos de trabajo y la llegada, nada más y nada menos, que de 2.000 operarios chinos que se establecerán en la zona.
Objetivo, puesta en marcha en 2027
En las últimas fechas fue cuando se confirmó, por parte de CATL, que llegarían a la fábrica de Figueruelas 2.000 trabajadores desde el gigante asiático, todos ellos cualificados para hacerse cargo de la obra de la planta de baterías. Esto ha hecho que las autoridades locales tengan que ponerse rápidamente manos a la obra, ya que tiene que solucionar la llegada de estos profesionales, que podrían venir acompañados de familiares, a un pueblo que en la actualidad tiene poco más de 1.000 habitantes.
Además de las dudas sobre las accione exactas que van a llevar a cabo los profesionales que vengan desde China, tampoco está claro si su presencia en la zona será duradera o por un periodo de tiempo limitado. Es algo que se tendrá que conocer próximamente.
Las condiciones laborales
Otro tema que preocupa con la llegada de estos 2.000 trabajadores chinos es el que se refiere a las condiciones laborales, pues todo apunta a que por realizar su trabajo cobrarán mucho menos que sus equivalentes españoles. Esto provocaría un agravio comparativo muy importante. Por ello, desde la UGT se pretende que se les aplique a los profesionales asiáticos la regulación laboral de nuestro país.
Sobre este asunto, la legislación española y europea no contempla otra alternativa por lo que estos trabajadores deben acogerse a la legislación laboral nacional en lo referente al convenio de la industria automotriz y por supuesto respetar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) que en estos momentos en España es de 1.184 euros, superior al que cobrarían en su país.
Por tanto, es de esperar que cobren lo mismo que la plantilla de la fábrica en la actualidad, entre 1.400 y 1.800 euros, aunque cabe la posibilidad de que ganen bastante más si se incluyen dietas y gastos de desplazamiento y que incluso cuenten con beneficios fiscales en materia de deducciones de desplazados.
¿Dónde se van a quedar?
Son muchas las incógnitas a resolver, por ejemplo el acuerdo alcanzado con el alcalde de la localidad, Luis Bertol. Con la inminente llegada de los trabajadores, se debe buscar una solución lo más rápido posible al lugar de residencia de los profesionales ya que Figueruelas cuenta con cerca de 1.250 habitantes y no tiene exceso de viviendas libres, por lo que es incapaz de solucionar las necesidades que se demanda respecto a este tema.
Para el consistorio local, en palabras de su alcalde, “lo más factible es que se queden en Figueruelas, que pondrá todas las medidas necesarias para que se sientan cómodos y seguros, una buenísima noticia para la localidad”.
La apuesta por una villa prefabricada
Bertol, alcalde de Figueruelas, tiene clara la solución y esta pasa por la creación de una villa de casas prefabricadas con la que se consiga dar solución a las necesidades de viviendas de los desplazados, sin olvidar que después la planta tendrá 3.000 trabajadores más que también van a necesitar una vivienda.