El azúcar es uno de esos alimentos que, si bien nos permiten hacer nuestras comidas más dulces o darles un toque más sabroso, en ciertas cantidades puede acarrear una serie de problemas para nuestra salud bastante importantes. Por desgracia, en la actualidad es muy fácil encontrarle en miles de productos, aunque en mayor porcentaje en los alimentos procesados y bebidas por lo que no consumirlo completamente es una tarea casi imposible.
A pesar de esto, por medio de algunos trucos o consejos podemos intentar minimizar su ingesta hasta unos niveles que no tengan casi efecto sobre nosotros y nuestra salud, disfrutando así de una mejor calidad de vida, y en este artículo te vamos a explicar cómo poder hacerlo.
Cómo dejar el azúcar para siempre
Detectar el azúcar oculto en los alimentos
Lo primero que debemos hacer para reducir esta sustancia en nuestra dieta es saber cuáles son los alimentos que consumimos que mayor porcentaje de azúcar tienen, los cuales tendremos que evitar a toda costa. ¿Cuál es el problema? que muchas veces este componente no aparece en el etiquetado como tal, sino con otros nombres como fructosa, dextrosa, jarabe de maíz de alta fructosa, sacarosa o maltosa. Es por ello muy importante que leamos con mucha atención las etiquetas que encontramos en los envases e intentemos optar por alimentos frescos y naturales en lugar de procesados.
También hay que tener en cuenta que los expertos recomiendan que consumamos un máximo diario de 36 gramos (9 cucharaditas) para los hombres y 25 gramos (6 cucharaditas) para las mujeres, esto en el caso de que sean adultos.
Sustitúyelo por alternativas más naturales
Lo cierto es que, por muy malo que sea el azúcar para nosotros, eliminarlo completamente de nuestra alimentación es muy difícil, no solo por lo presente que se encuentra en todo tipo de productos, sino porque es muy adictivo. Es por ello debemos iniciar este proceso poco a poco, sustituyendo ese dulzor que nos apasiona por otros alimentos que lo tengan de manera natural, como por ejemplo frutas frescas o deshidratadas; especias como canela, vainilla y el cacao puro; o ciertos edulcorantes naturales como la stevia o el eritritol.
Controla los posibles antojos
Como hemos mencionado en el anterior punto, quitar este producto de nuestra vida es algo complejo, ya que a veces nos apetece algo dulce de una forma irremediable, como por ejemplo después de las comidas, en momentos de estrés y ansiedad o, en el caso de la mujeres, cuando tenemos la menstruación. Por muy doloroso que sea, debemos evitar caer en la tentación, aunque hay algunos consejos que puedes seguir para evitarlos, como mantenerte bien hidratado, ten una alimentación rica en proteínas y grasas saludables de tal que tus niveles de azúcar en sangre sean estables o haz ejercicio (esto te permitirá liberar endorfinas, las cuales también aparecen cuando consumimos azúcar).
Reduce el consumo de bebidas azucaradas
Esto es algo que todos sabemos, ya que hay ciertas bebidas que tienen tal cantidad de azúcar que cuando las tomas parece que estás bebiendo agua mezclada con un kilo de azúcar, por lo que reducir el consumo de estas siempre es una buena manera de empezar. Si eres fan de los refrescos, ten en cuenta que hay una serie de alternativas que puedes beber cuando quieras algo similar, como por ejemplo agua con rodajas de frutas, algunos tés o infusiones más dulzones o agua con gas con un toque de limón o hierbas aromáticas.
Celebra tus avances y continúa por ese camino
Que alguien decida cambiar sus hábitos alimenticios y lo consiga es complicado y lleva su tiempo, así que lo mejor es celebrar los pasos que vamos dando, aunque sean muy pequeñitos, ya que nos han ayudado a dar el siguiente. Para poder conseguirlo, lo mejor es siempre organizarnos muy bien las comidas, que evitemos tener en casa ciertos alimentas que hemos mencionando en este artículo y ¡date un pequeño caprichito de vez en cuando!