El ITP es un impuesto cuyas siglas significan: “Impuesto de transmisiones patrimoniales”. Este impuesto se paga cuando se compra un objeto, es decir, cuando un producto cambia de poseedor. Pero pese al nombre, este impuesto se cobra no por transmisión, sino por adquisición de cualquier bien o derecho.
Aquí es donde podemos observar cuál es el elemento llamativo de este impuesto, por tanto no aparece solo en el momento de la compra o de la venta, sino que también en el alquiler. Esto es así porque se considera que el alquiler es también una adquisición onerosa. Porque se considera que el inquilino adquiere un derecho a la vivienda durante un tiempo determinado por una cantidad de dinero concretado. Debemos volver a apostillar esta frase, este impuesto se aplica por la adquisición de un derecho, no de un recurso. Por eso esta tasa es poco conocida, porque el concepto de la transacción de derecho es poco común.
Una vez explicado, vamos a analizar la polémica que ha surgido, este impuesto apareció en el año 1993, entonces ¿por qué lo reclaman ahora con tanta impetuosidad? En marzo de este mismo año, la Comunidad de Madrid, ha puesto en marcha una campaña de envío de cartas a los inquilinos informando de que deben pagar una tasa concreta, y si no lo hacen se penalizará con multas.
Este impuesto supuso en el año 2014 un beneficio para la Comunidad de Madrid de 600.000 euros. Cierto es que esta cantidad no es muy alta, pero sí aporta un beneficio. Pero no hemos respondido a la pregunta inicial ¿Por qué lo reclaman ahora? Porque el gasto que producía encontrar a los inquilinos de alquiler hace unos años era muy alto e incontrolable, por ello no merecía la pena. Pero la Comunidad de Madrid ha recuperado una ayuda mensual para las personas que viven de alquiler, y esto supone presentar unos papeles. Siendo más fácil en estos momentos, localizar a las personas que viven de alquiler y obligarles al pago de este impuesto.
Para los inquilinos ha supuesto una sorpresa negativa, ya que muy poca gente conocía este impuesto, y lo primero que han sabido de él ha sido una carta obligándoles a pagar.