Hay momentos en la vida donde la enfermedad o la incapacidad para hacer las funciones del trabajo normal limitan a una persona. Es en esos momentos cuando la Seguridad Social entra en acción y, en muchos casos, es posible pedir una pensión. Pero conviene recordar que no es indefinida en todos los casos. Existen ciertas situaciones en las que el Instituto Nacional de la Seguridad Social puede retirar o suspender la pensión.
Aunque esta pensión está destinada a aquellas personas que no pueden seguir trabajando debido a problemas de salud, la Seguridad Social tiene mecanismos para suspender o incluso extinguir la prestación si se cumplen determinadas condiciones. La diferencia entre estos dos términos es que la suspensión paraliza los pagos, pero no elimina el derecho a la pensión, mientras que la extinción implica la pérdida total del derecho, finalizando la prestación.
¿Cuándo puede suspenderse esta pensión de incapacidad permanente?
La suspensión puede ocurrir en varios casos. Es importante tener en cuenta estas causas, ya que un mal manejo de la situación puede provocar la pérdida temporal de los ingresos.
- Actuación fraudulenta: Si se descubre que se ha actuado con fraude para obtener la pensión o para seguir cobrándola, la Seguridad Social puede suspender la prestación.
- Imprudencia temeraria: La pensión también puede ser suspendida si se determina que la incapacidad es consecuencia de una imprudencia temeraria por parte del beneficiario.
- Rechazo de tratamiento médico: Si se niega a seguir el tratamiento médico prescrito sin una razón justificada, la Seguridad Social puede considerar suspender la pensión.
- Rechazo de procesos de rehabilitación: Similar al punto anterior, si rechaza o abandona sin motivo justificado un programa de rehabilitación o readaptación diseñado para mejorar su capacidad laboral, puede enfrentar la suspensión de su pensión.
¿Cuándo se puede extinguir la pensión?
Mientras que la suspensión es temporal y los pagos pueden reanudarse, la extinción de la pensión implica la pérdida total del derecho a la misma. Estos son los casos en los que la Seguridad Social puede decidir extinguir una pensión de incapacidad permanente:
- Mejora del estado de salud: Uno de los motivos más comunes para la extinción de la pensión es la mejora de la capacidad laboral. La Seguridad Social realiza revisiones periódicas para evaluar el estado de salud de las personas que reciben esta prestación.
- Actividad laboral incompatible: Si el beneficiario comienza a trabajar en un puesto incompatible con su grado de incapacidad y no lo notifica a la Seguridad Social, esta puede proceder a extinguir la pensión.
- Fraude: Al igual que con la suspensión, si se descubre que ha actuado de manera fraudulenta para obtener la pensión, esta puede ser retirada para siempre.
La importancia de la revisión médica
La revisión médica periódica es uno de los principales mecanismos que utiliza la Seguridad Social para evaluar si las condiciones que justificaron la concesión de la pensión siguen vigentes. En estas revisiones, los médicos determinan si el beneficiario ha mejorado lo suficiente como para retomar su actividad laboral o si sigue necesitando la prestación.
Así que, como ves, hay circunstancias bajo las cuales la Seguridad Social puede suspender o incluso extinguir este derecho. Por lo tanto, es fundamental que haya una comunicación abierta con la Seguridad Social, que se sigan los tratamientos médicos recomendados y que se evite hacer cosas que pongan en peligro su propia pension.