El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha subrayado “el enorme esfuerzo realizado en el Ministerio en estos catorce meses” durante su comparecencia hoy, en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Senado.
Ha realizado una evaluación del recorrido del Ingreso Mínimo Vital (IMV). El cual, bajo su consideración, ha sido positivo y beneficioso para la población vulnerable.
Desde nuestra postura, queremos analizar las declaraciones de Escrivá con respecto a la realidad y la práctica.
Ágil puesta en marcha
El ministro ha destacado la agilización del análisis realizado para poner en marcha el IMV, que fue aprobado en junio por el Congreso de los Diputados sin un voto en contra. Su puesta en marcha se ha visto acompañada de una evaluación continua, que ha permitido realizar modificaciones en la normativa para acelerar y mejorar su despliegue. También de varios protocolos de información y reconocimiento de beneficiarios con las comunidades autónomas.
La realidad es que dicha evaluación continua, hasta ahora, ha ido llegando tarde e incompleta, detectando los errores y contratiempos cuando muchas familias ya se habían visto afectadas, y en muchas ocasiones, ya tenían sus solicitudes denegadas o incorrectas.
1.2 millones de solicitudes
Escrivá ha destacado que en menos de nueve meses desde su puesta en marcha “hemos recibido más de 1,2 millones de solicitudes, de las que ya se han tramitado casi 900.000 y se han aprobado 210.000”. La prestación, ha indicado, “está teniendo una especial incidencia en la reducción de la pobreza infantil, ya que siete de cada diez hogares beneficiarios tienen menores”.
En este caso, habría que destacar que las “casi 900.000” solicitudes tramitadas, se han aprobado menos de un tercio, y en muchas ocasiones, no por no cumplir los requisitos, sino por errores de gestión, desinformación y descoordinación.
Han ido cambiando los requisitos y los umbrales durante estos meses, lo que ha ido variando en la aprobación o denegación de la ayuda. Además, ocurrió hace unos meses que se denegaron de forma masiva y de manera errónea, cientos de solicitudes, en un afán por adelantar la tramitación y mejorar las cifras.
EL IMV supera a las rentas mínimas en beneficiarios
El ministro ha subrayado también que el despliegue del IMV en sus primeros ocho meses de vida supera ya en beneficiarios a las rentas mínimas de las comunidades autónomas. Además, “la distribución territorial de la prestación muestra que el diseño es acertado, ya que tenemos más beneficiarios en las comunidades con tasas de pobreza más altas y menos en las de mayor renta per cápita, a diferencia de lo que sucede con las rentas autonómicas”. También ha destacado que es una prestación más generosa que las autonómicas, ya que, de media, su gasto medio por hogar es un 20% mayor.
En cuanto a la coordinación del IMV con las rentas autonómicas ha sido nefasta. A la ciudadanía se le impuso el requisito de solicitar y tener resolución del IMV antes de poder solicitar una renta autonómica, lo que supuso dejar sin ingresos a miles de familias por los retrasos en la gestión del IMV.
Por otra parte, conocemos demasiado casos en los que, si bien se les ha aprobado el IMV, ha sido con una cuantía irrisoria, hablamos de cantidades inferiores a los 100 euros en muchas ocasiones. Con lo cual, la generosidad y la eficacia de la prestación queda como poco, en duda.
203.000 hogares perciben el IMV
Según datos facilitados por el Gobierno, el IMV llega ya a 203.000 hogares en toda España en los que viven 565.000 personas, de las que más del 43% son menores. En concreto, los hogares incluidos en la nómina de marzo, que se abonará en los próximos días, están formados por 320.020 adultos y 245.175 menores. De media, cada hogar recibirá en esta nómina 460 euros.
En resumen: 203.000 hogares de las más de 1.2 millones de solicitudes recibidas, de las cuales, muchas serán las que deban volver a solicitar la ayuda bajo los nuevos requisitos para poder acceder esta vez a ella.
En cuanto a la cuantía, la media se sitúa en 460 euros al mes. Es posible que el ministerio de inclusión deba replantearse si con esa cantidad una familia puede hacer frente a los gastos del mes, y menos aún, si se puede así mejorar la situación de pobreza infantil a la que nos enfrentamos en este país.