La Dirección General de Tráfico (DGT) centra su interés en la seguridad de los más vulnerables en la carretera. Desde el 1 de octubre, se aplican con mayor control las normas que regulan el viajar en bañeras de vehículos viejos y que persiguen en definitiva el reducir la peligrosidad y no causar graves accidentes, bien a partir de archivar los vehículos sin cinturones de seguridad o aquellos cuya concepción arquitectónica o diseño no permite la colocación de elementos del sistema de retención infantil (SRI) puesto que procura que los niños viajen en la máxima protección, la máxima babero susceptible de colocarse en el vehículo. Tendrán que estar muy alerta padres y conductores pues ni las conductas ni el tiempo de poder ir a 5 están permitidos, y lo más importante, por sí mismos, los niños van al máximo.
Seguridad infantil
Los niños de menos 135 cm no podrán viajar en coches históricos que no tengan cinturón de seguridad. La norma extiende sus efectos a las vías de interurbano, donde la velocidad y el tipo de circulación provocan el aumento de la peligrosidad. ¿Por qué esta norma? Muchos coches clásicos, aquellos constituidos antes de 1992 no incorporan cinturones de seguridad, y los sistemas de retención infantil son una muestra bien evidente de evitar gravemente las lesiones que pueden provocarse en un chalet con un obstáculo, lo que se establece aquí, garantizan eficiencias en el trabajo de la DGT en la seguridad preventiva a la protección infantil, apoyándose en normas que protejan físicamente a los niños y eviten los infortunios.
Multas y sanciones
A partir de aquí se puede pagar caro no cumplir con la norma. Puede resultarle muy costoso, no sólo en términos económicos, sino que puede implicar la pérdida de puntos en el permiso de conducir, ya que transportar a los niños en coches sin los cinturones de seguridad o sistemas de retención infantil equivale a una infracción grave, lo que puede suponer 200 euros de multa y la pérdida de 4 puntos del carnet de conducir.
Por otro lado, el marco normativo vigente recuerda que los conductores tienen que llevar el cinturón de seguridad debidamente abrochado. El hecho de no hacerlo no sólo pone en riesgo al conductor, sino que también contribuye a poner en riesgo a los pasajeros. En esta línea, la normativa prohíbe el hecho de llevar a menores en coches históricos sin cinturones de seguridad; sí que deja alguna puerta abierta. Por ejemplo, si el vehículo lleva cinturones en la parte delantera, se puede llevar un sistema de retención infantil en el asiento del copiloto, siempre y cuando esté correctamente sujeta por el cinturón.
La concienciación en la seguridad vial
Esta modificación de la normativa de tráfico persigue el hecho de tomar conciencia de los peligros que se producen para los niños en la carretera. Los accidentes no avisan: por mucho que los coches clásicos sean especiales, la seguridad es más importante que la estética de los coches y el sentimiento que puedan provocar. Los padres, los conductores, deben obligarse a sí mismos a adaptarse y a que el bienestar de los menores sean la prioridad. Cumplir con la norma, aunque sólo debería ser un paso más para garantizar el trayecto. La DGT enfatiza que no se trata de una imposición normativa, sino que es una necesidad que surge de los datos sobre lesionados y accidentes.
Sobre estas consideraciones, existe un abundante número de estudios con datos que ratifican que los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil son capaces de salvar vidas. Por tanto, resulta indiscutible, indiscutiblemente, el uso de este tipo de dispositivos. Estas están muy relacionadas con lo “excesivo”; son el reflejo de la implicación con todo lo relacionado con la seguridad vial y el cuidado de las personas más débiles: los niños. Cambiar las costumbres normativas es escabullirse del disgusto de obtener una multa de tráfico o bien, en todo caso, potenciar la cultura vial para todo el mundo. Los pequeños tienen que ser protegidos, recuerda: cumplir con la norma o instrucción no es sólo consecuencia del deber jurídico, sino que también indica eficiencia y la responsabilidad de saber ser conductor, de ser ciudadano.