El cinturón de seguridad no es un capricho de las autoridades, sino que, tal y como ha hecho público la Dirección General de Tráfico (DGT), abrocharse es cuestión de vida o muerte, pero en esta ocasión, la recomendación también va más allá de los ocupantes del vehículo. Si viajas solo, la DGT insiste también en que abroches los cinturones traseros, aunque no haya ocupantes, porque, aunque parezca una medida casi innecesaria, tiene su porqué.
La importancia del cinturón trasero
Cuando hablamos de seguridad vial, lo normal es centrarse en los ocupantes del vehículo. Sin embargo, los objetos pueden convertirse en un peligro mortal si se da la circunstancia de choque. Es aquí cuando aparece el “efecto elefante” que da pie a que cualquier objeto suelto en el habitáculo se convierta en un proyectil. Por ejemplo, un teléfono móvil que, en el caso de una frenada a 50 km/h, puede golpear con una fuerza que equivale a 3,9 kilos. Imagínate lo que puede ocurrir con objetos más grandes, en este caso, una maleta, ya que la fuerza del impacto aumenta exponencialmente a mayor velocidad.
Si además se llevan abrochados los cinturones traseros, queda garantizada la resistencia del cinturón para que esos bultos no accedan al habitáculo y golpeen al resto de ocupantes, con el consiguiente riesgo. Es por esta razón que, aunque no haya nadie en la parte trasera del automóvil, el hecho de llevar abrochado un cinturón de seguridad suma a la seguridad del que viaja.
Abrochar los cinturones puede salvarte la vida
Según los datos de la DGT, en 2023 138 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico por no llevar puesto el cinturón de seguridad, un dato que muestra que, aunque parezca muy fácil, sigue siendo fundamental. La recomendación de que se lleven abrochados los cinturones traseros sin pasajeros también tiene su repercusión económica, de tal forma que una multa por no llevar a cabo dicho consejo puede acarrear hasta 200 euros y la pérdida de puntos del carnet, a parte de la siniestralidad.
Más allá de las sanciones, el cinturón nos protege de situaciones inesperadas. Las grandes vacaciones o los viajes de larga duración, suelen ser motivo de llevar en el maletero una cantidad significativa de bultos y efectos personales. Aunque los cinturones traseros vayan bien enganchados para ayudar a la contención de esos efectos por si existieran bruscas detenciones o impacto, ya que no solo ayuda a reducir el peligro, sino también el de daños materiales en la parte interior del automóvil.
La organización del maletero
La seguridad no radica solo en el hecho de que los cinturones estén siempre sujetos. La organización del maletero también puede ser determinante, o ella puede ayudar para en caso de accidente. De hecho, los bultos pesados van en la parte de abajo bien sujetos con redes, los objetos pequeños en los compartimentos como guanteras o en portavasos. Pero una vez que el maletero está completamente cargado es fundamental realizar una última acción, abrochar el cinturón de los bultos traseros.
Con esta acción, evitamos que los bultos se desplacen hacia el habitáculo del automóvil. Cuanto más bajo sea el centro de gravedad y siempre que los objetos estén sujetos, menor será la posibilidad de que haya objetos sueltos. En consecuencia, la estabilidad del automóvil se ve beneficiada y la seguridad del trayecto en sí también.
Sólo la seguridad empieza un poco antes de arrancar
La DGT hace énfasis en que la seguridad enseñada depende de realizar diferentes gestos antes de encender el motor, y eso no debería ser algo opcional. Hacerlo es una forma de contribuir a la seguridad vial (dificultan la realización de un posible accidente), y lo que debería ser un simple gesto (abrochar los cinturones traseros) también puede ayudar a salvar vidas o evitar desgracias que estarían al alcance de todos. Porque la seguridad no es sólo un hecho de la conducción y hay que contribuir con la normativa, abrochar los cinturones de los bultos posteriores también, incluso para cualquier uno que viaje solo, nunca está de más.