Si tienes muchos tarros de cristal y no sabes qué hacer con ellos, te damos 3 ideas para reutilizarlos

Muchos alimentos que compramos vienen envasados en tarros de cristal, sobre todo cuando hablamos de los encurtidos (aceitunas, pepinillos, cebolletas, banderillas…) o las legumbres ya cocidas, por lo que seguro que en su momento pensamos “no voy a tirar este bote, lo lavo y seguro que lo puedo utilizar para alguna cosa más adelante”. Y debido a esta idea, un día abrimos el armario y vemos que tenemos montones almacenados, de diferentes formas y tamaños, y que ahí siguen, cogiendo polvo.

Quizás un día nos hartamos de todo, los metemos en una bolsa y los llevamos al contenedor VERDE mientras que la tapa va a parar al AMARILLO (que no se nos olvide esto), algo que es perfecto para el medio ambiente ya que va a permitir aprovechar esos materiales para crear unos botes nuevos. Pero si se nos ha quedado el gusanillo de hacer algo diferente con ellos o si preferimos ser nosotros mismos los que le demos una segunda vida a estos objetos, te damos una serie de ideas para que puedas emplear estos tarros de cristal en algún proyecto para tu hogar.

Qué puedes hacer con todos esos tarros de cristal

1. Con ellos podrás organizar y almacenar tanto comida como otros objetos

Ser un recipiente para el almacenamiento es el uso más común, sencillo y funcional que les podemos dar a todos esos tarros de cristal vacíos, aunque quizás no has pensado en todas las posibilidades que esta idea ya te ofrece:

  • Si queremos dejarlos en la cocina, podemos usarlos para guardar comida de nuevo, jugando con los tamaños que tengan para una cosa u otra y que tu despensa se vea perfecta. Por ejemplo, puedes escoger los más pequeños para hacer que todas tus especias estén en botes parecidos, los medianos para los frutos secos o conservar salsas que hayas hecho, y los grandes para legumbres secas, café o pasta.
  • En el caso de que queramos emplearlos en el baño, podremos guardar productos de higiene como algodones, bastoncillos, accesorios como coleteros, pequeñas pinzas para el pelo, etc.
  • Otro uso que podemos darle en nuestros hogares es para almacenar y clasificar artículos de costura y (hilos, botones, cintas, agujas…).
  • También nos los podemos llevar a la oficina y guardar en ellos materiales de papelería, tales como lapiceros, bolígrafos, tijeras, gomas de borrar, clips…

2. También se pueden usar como floreros decorativos

Quizás, al mirar los tarros de cristal pensamos que esto es una idea un poco “cutre”, pero hay que tener creatividad e imaginación, ya que con un spray, unos lazos o telas y otros materiales les podrás dar un toque especial, aunque hay algunos que ya de por sí tienen ciertas formas que hacen esa decoración adicional innecesaria (esto se puede aplicar al primer punto también).

También debemos tener en cuenta que podemos crear composiciones muy bonitas al juntar varios de estos tarros de cristal para hacer un bonito centro de mesa, o decorar una estantería, aparte de que al ser transparentes puedes jugar con los sedimentos o piedras que les pongas a las plantas.

3. Para hacer mucho más atractiva la presentación de un postre o una comida individual

Esta idea va sobre todo para los cocinitas de la casa, en concreto a quienes no se conforman con servir una comida de la forma tradicional y quieran darle una vuelta a la presentación de sus platos, ya que los tarros de cristal puedes ayudarte a conseguir ese toque especial, algo que también emplean los mejores restaurantes. Además, pueden ser un aliado muy bueno a la hora de conservar ciertas comidas que hemos preparado. A continuación te dejamos algunas ideas:

  • En el caso de los postres, puedes emplear los de antiguos yogures para presentar tiramisú, tarta de queso sin horno, yogur con frutas y granola, o brownie con nata y chocolate.
  • Si nos gusta desayunar avenas o smoothies, también los podemos preparar, conservar y tomar directamente desde uno de estos botes de cristal.
  • También nos pueden ayudar a conservar y transportar ensaladas, cremas y purés que hayamos preparado, por ejemplo para ir a la oficina.
  • Lo anterior también se aplica a las mermeladas caseras, a lo que le podemos añadir que si le ponemos al tarro algún adorno, lazo o tarjeta, queda perfecto para regalar.