Por qué debes poner un corcho de vino en tu frigorífico

El corcho de vino es un objeto que suele pasar bastante desapercibido para las personas una vez hemos abierto la botella con esa bebida, y del cual solo nos acordamos si no nos la hemos terminado y debemos taparla de nuevo para que se mantenga unos días más en buen estado y no se pique. Pero no solo nos sirve para conservar el vino.

Aunque es cierto que muchas de las otras funciones que tiene son desconocidas para el público en general, en este artículo te vamos a dar todas las razones que necesitas para no tirarlo directamente a la basura y darle una segunda oportunidad a este objeto, las cuales tienen además mucho que ver con uno de los electrodomésticos más importantes que tenemos en casa: nuestro frigorífico.

El truco del corcho de vino: las razones por las que debes ponerlo en tu frigorífico

Conserva el vino abierto durante más tiempo

Claramente, no nos podíamos saltar su función principal y para la que fue creado, que es la conservación del vino en el mejor estado posible, tanto antes de descorcharse como una vez se ha hecho eso, de tal forma que quede lo más sellado posible evitando el contacto con el aire. ¿Por qué es tan importante no exponerlo a este elemento? La respuesta es que una vez que pasa esto, el vino tiende a oxidarse, lo cual altera su sabor y calidad, de modo que lo mejor que podemos hacer es volver a colocar el corcho en su lugar y meterlo a la nevera ya que esto ralentizará el proceso.

De todos modos, debemos tener en cuenta que no todos los corchos pueden volver a meterse, por lo que quizás debemos cortarlo un poco o, como mejores opciones, comprar un corcho de silicona especial para vinos o usar una bomba de vacío para extraer el aire (esto último ya es de ser muy pro en enología).

Nos ayuda a absorber los malos olores de la nevera

Es bastante común que nuestro frigorífico desprenda un mal olor, y la razón no hace falta que sea que algo se ha estropeado, sino que ciertos alimentos (pescados, ajos, cebollas…) tienen de por sí unos olores muy fuertes. Pues bien, el corcho de vino actúa como un absorbente natural de olores, lo cual le permite capturar y neutralizar este tipo de esencias desagradables sin que tengamos que utilizar un producto químico, algo que nos puede generar un poco de rechazo debido a que este es el lugar que almacena nuestra comida.

Lo único que tienes que hacer para emplear un corcho de vino para este fin es cortarlo en varias rodajas y colocarlas en los diferentes compartimentos de este electrodoméstico o también dejarlo entero en la puerta de la nevera o en la parte inferior del cajón de las verduras. Recuerda cambiar los corchos empleados cada dos o tres semanas ya que pierden efectividad con el paso del tiempo.

También mantiene frescos los alimentos cortados

¿Sabías que el corcho de vino ayuda a los alimentos cortados a evitar la pérdida de humedad? Pues sí, lo único que tienes que hacer es colocarlo en la parte expuesta de este de tal modo que haya una pequeña barrera que reduce la exposición al aire y a la humedad del frigorífico. Por cierto, es obvio, pero el corcho tiene que estar limpio y seco para poder utilizarlo de este modo.

Nos permite ahorrar energía y organizar nuestro frigorífico

Tener la nevera bastante vacía hace que el aire frío circule por ella sin restricciones, lo cual puede generar fluctuaciones de temperatura y un mayor gasto energético, lo que pone en riesgo la integridad de este aparato y de nuestra comida. Es por ello que podemos rellenar los huecos vacíos con los corchos del vino para estabilizar la temperatura de nuestra nevera y que sea más eficiente.