Se confirma la fecha en la que se hará el cambio de hora: a las 2:00h de la mañana serán las 3:00h

Como cada primavera, en España ya tenemos marcada en el calendario una cita con los relojes, la cual es el cambio de hora del horario de invierno al de verano, lo que supone que adelantaremos las manecillas de nuestros relojes una hora, con la intención de poder disfrutar de esos días que se alargan hasta bien entrada la tarde.

Este 2025, el cambio de hora se producirá en la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo, lo que supondrá que pasaremos de las 2:00h de la mañana a las 3:00h directamente, es decir, que esa noche dormiremos (o saldremos de fiesta, para gustos los colores) una hora menos. Si bien esto parece algo negativo ya que sacrificaremos una hora de nuestro sueño o de diversión, pero a cambio de este esfuerzo disfrutaremos de más luz natural por las tardes, algo que si se juntase con el buen tiempo, se agradecería un poco más.

El cambio de hora, esa costumbre que hacemos dos veces al año

Para entender por qué seguimos adaptando nuestros relojes dos veces al año hay que remontarse a la década de los 70, concretamente a 1974, cuando la crisis del petróleo llevó a varios países, entre ellos España, a implantar el cambio de hora como medida de ahorro energético, lo que en ese momento y con esas circunstancias tenía todo el sentido.

El problema es que desde entonces, el cambio de hora se ha convertido en algo que hacemos todos los años, por lo que en marzo damos la bienvenida al horario de verano y en octubre, justo cuando el otoño empieza a hacerse notar, volvemos al horario de invierno retrasando los relojes. Y aunque muchos lo tenemos más que asumido, lo cierto es que cada año resurge el debate sobre si tiene sentido seguir con esta práctica.

Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el cambio de hora sigue teniendo su razón de ser, ya que calculan que esta medida puede suponer un ahorro del 5% en el consumo eléctrico, lo que se traduciría en unos 300 millones de euros en todo el país, dato que es bastante relevante sobre todo en momentos como los que vivimos actualmente donde parece que la factura no deja de subir y de subir.

Pero no todo son ventajas, ya que cada vez son más los estudios que advierten de que el cambio de hora puede afectar a nuestro reloj biológico provocando diferentes problemas como alteraciones en el sueño, sensación de fatiga, falta de concentración o incluso un aumento en la irritabilidad son algunos de los efectos que muchas personas aseguran sentir durante los primeros días tras el ajuste horario. Y, aunque es cierto que estos síntomas desaparecen pronto, quizás en el fondo no compensa tanto mantener esta práctica, ya que otros estudios han relacionado un aumento en los accidentes de coche justo en los días posteriores al cambio de hora.

El debate sobre si mantener o no el cambio de hora

En 2018, la Comisión Europea llegó a proponer la eliminación del cambio de hora y permitir que cada país decidiera si prefería quedarse de manera permanente con el horario de verano o con el de invierno aunque, como suele ocurrir en estos casos, la falta de consenso entre los Estados miembros dejó la propuesta en un cajón que sale a relucir cada cierto tiempo.

En el caso de España, el Gobierno encargó a un comité de expertos que estudiara qué opción sería la mejor para nuestro país, teniendo en cuenta no solo el ahorro energético, sino también la salud, la economía y los horarios laborales y escolares. Aunque parece ser que los resultados de este no aportaron nada ya que seguimos sin una decisión clara y, según el BOE, el cambio de hora seguirá aplicándose, como mínimo, hasta el último trimestre de 2026.