Ni la solar ni la eólica logran cambiarlo: el planeta sigue estancado en el mismo nivel de electricidad limpia que en 1940

Un año más, las fuentes de energía renovables han sido claves en el incremento de la generación de electricidad de bajas emisiones de carbono. Lo reflejan los datos de un estudio realizado por Ember, grupo de reflexión sobre la energía, que concluyó que en 2024 se registró un aumento del 40,9% de electricidad poco contaminante para ofrecer 12.609 TWh, lo que se traduce en 1,5 más respecto a 2023. En lo referente a las renovables, hubo un récord con 858 TWh, una subida del 49% con la de 22%. Más discreta fue la de la energía nuclear, con 69 TWh.

En cuanto a la electricidad de bajas emisiones, la hidroelectricidad se mantuvo como líder con una cuota del 14,3%, seguida de la energía nuclear con un 9%. Aquí destaca el avance que se produjo con la eólica, 8,1%, y la solar, 6,9%. La combinación de estas dos últimas permitió que primera vez, el pasado año, se superara a la hidroeléctrica en un 2024 en el que la nuclear registró su peor registro en las últimas cuatro décadas.

El paso al frente de la energía solar

Si un tipo de energía ha transformado el entorno energético en los últimos años esta ha sido la solar. En los tres últimos años ha visto duplicada su producción, superando los 2.000 TWh y situándose como la mayor fuente de generación de electricidad nueva nivel mundial por tercer año consecutivo. A todo ello, añadir que es la fuente de electricidad con un crecimiento más importante con un 29% en las dos últimas décadas.

Desde Ember se tiene claro que este tipo de energía “se ha convertido en el motor de la transición de electricidad en el mundo” y además que “combinada con el almacenamiento en baterías está destinada a convertirse en una fuerza imparable”.

El futuro más inmediato de la electricidad

En lo que resta de década, el sistema eléctrico a nivel mundial se verá marcado por dos grandes tendencias:

  • El ascenso de la energía solar
  • El fuerte aumento de la demanda eléctrica

Aunque los factores climáticos, como por ejemplo las olas de calor, pueden provocar que aumente temporalmente el uso de combustibles fósiles, el desarrollo de tecnologías como el almacenamiento en baterías apunta a una reducción progresiva de esta dependencia.

De acuerdo con Ember, el crecimiento de la energía solar y de la eólica está en condiciones de cubrir la creciente demanda global, lo que se traduce en que la tecnología limpia se ha convertido en el nuevo motor del desarrollo económico, mientras que la era del crecimiento fósil va viendo su final.

Los mismos datos que en 1940

El optimismo existente sobre la generación de electricidad limpia está justificado, pero en el informe de Ember hay un dato que sorprende a los expertos: el 40% del total a nivel mundial es idéntico al que se registró en 1940. El motivo por el que esto se da es que la electricidad, en aquel momento, procedía en gran parte de centrales hidroeléctricas ya que la energía nuclear no existía como opción comercial, el gas no era utilizado apenas y el carbón mandaba.

La gran diferencia en cuanto a la actualidad es que en estos momentos no lo estamos haciendo por casualidad, sí por necesidad y convicción. En 2024, esa misma proporción del 40% viene de una mezcla más rica ya que a la hidroeléctrica se la han sumado la solar, eólica y nuclear.

La sociedad mundial ha apostado de manera definitiva por cambiar el mundo y generar electricidad sin tener que seguir calentando el planeta.