Salvador Macip acumula más de 25 años dedicados al estudio de diferentes materias y una de ellas tiene que ver con el envejecimiento, una de las cosas que más preocupa a la población actual. Sus conocimientos le permiten opinar con criterio y lo hace con los pies en la tierra, no es de lo que proclama la eterna juventud para mediados de siglo ni mucho menos. Pero sostiene que estamos cerca de los primeros fármacos para ello y aunque cree que se está muy lejos de la inmortalidad para 2045, sí considera que la persona que se tome el primer fármaco antienvejecimiento “ya ha nacido, en 70 u 80 años se estarán tomando estos medicamentos”.
Avances en enfermedades contra el envejecimiento
Según Macip, en la actualidad se está empezando a ver la aplicación de una investigación que con “avances significativos” es relativamente joven, de principios de siglo y que se está “muy cerca” de ver los primeros fármacos que mejoren patologías como el Alzheimer, la diabetes, la fibrosis pulmonar o la obesidad, enfermedades que aceleran mucho con el envejecimiento.
Sobre el fármaco de la eterna juventud, “estamos lejos” porque es quizá el fenómeno más complejo en la investigación: “Lo que buscamos, más que se pueda vivir 200 años, es alargar la calidad de vida, que los últimos años sean con plena salud”.
Lejos de la meta
Son muchos los que pronostican que para 2045 se conseguirá la inmortalidad, pero Macip considera que “estamos muy lejos de esa meta. La inmortalidad es posible, hay animales inmortales y en laboratorio hemos conseguido alargar un 30% la vida en mamíferos, pero en los humanos es otra historia”. Por eso Macip no se atreve a “poner fecha a los primeros fármacos que realmente podrían frenar el envejecimiento”.
Eso sí, tiene claro que “la persona que tome el primer fármaco antienvejecimiento ya ha nacido, en 70 u 80 años se estarán tomando estos medicamentos que atacarán a algún mecanismo biológico del envejecimiento y que se aplicarán para una enfermedad”. Pero, repite que “de ahí al salto de la inmortalidad lo veo difícil”.
La inflamación crónica y el envejecimiento
La inflamación crónica interviene en el envejecimiento porque “daña tejidos y contribuye al deterioro”. Pero el problema según Macip “es cómo lo evitamos” ya que parece que la “conclusión lógica sea tomar antiinflamatorios, pero cuando el cuerpo genera una respuesta inflamatoria, si intentas bloquearla, el cuerpo la contrarresta. No es tan fácil manipular este tipo de efectos”.
¿Qué relación hay entre el envejecimiento y el estrés?
El estrés tiene un efecto psicológico importante y si la mente está mal, “el cuerpo también lo está, por lo que puede influir sin duda en el envejecimiento”. Dice Macip que cuando se habla con supercentenarios dejan constancia de que no “han tenido vidas estresadas, son campesinos, pescadores, han vivido a otro ritmo. El estrés tiene cierta influencia, pero hay no hay una relación directa y lineal”.
La influencia de la dieta insana
De acuerdo con Macip, la dieta insana y el ejercicio es un factor que se puede usar frente al envejecimiento. Para él, “no nos va a hacer vivir 200 años, pero hacer ejercicio y seguir una dieta sana, equilibrada, mediterránea, reduce el riesgo de cáncer, de enfermedades cardiovasculares y ahora vemos que reduce el envejecimiento celular en sí mismo, algo relativamente nuevo”. Por tanto, para él, sin ser la panacea ni llega a creer en dietas mágicas, “lo cierto es que la alimentación equilibrada puede reducir los procesos de envejecimiento y hay que concienciar a la población de ello”.