Estamos en un momento en el que la Iglesia Católica va a cambiar y puede que tengas muchas preguntas sobre cómo se lleva a cabo todo esto, por lo que te traemos la película Cónclave, una obra de arte alabada por muchos y que ha llegado en el punto perfecto de la historia.
Seguro que con la elección del nuevo papa, te ha salido en mil sitios y te ha picado el gusanillo, aunque tenemos malas (y buenas) noticias, porque por ahora no se encuentra incluida en ninguna suscripción de plataformas de streaming como Netflix o HBO Max, pero sí puede alquilarse o comprarse en Amazon Prime Video, Apple TV+, Rakuten, Movistar Plus+ o Filmin. El precio del alquiler ronda los 3,99 o 4,99 euros, y la compra digital está disponible desde 11,99 euros.
Lanzada en noviembre de 2024, Cónclave ha despertado el interés no solo de los fieles o aficionados a la historia del Vaticano, sino también de amantes del thriller político y del cine en general, algo que seguro que no nos sorprende al conocer un poco su premisa, la cual gira en torno a uno de los rituales más secretos y antiguos del mundo, el famoso cónclave, en cuyo proceso se decide quién se convierte en el nuevo papa.
Cónclave, una película que revela lo que ocurre a puerta cerrada
Esta película está basada en la novela de Robert Harris, en la cual se narra la muerte de un papa y el proceso que se realiza posteriormente, todo ello enmarcado en un ambiente cerrado y cargado de mucha tensión, donde las conspiraciones y los secretos son “el pan nuestro de cada día”. La historia además comienza prácticamente en el punto en el que nos encontramos (o más bien, en el que la Iglesia se encuentra), justo después del aviso de la muerte del pontífice y una reunión urgente de los cardenales en la mítica Capilla Sixtina, donde se habla de cómo se debe organizar este próximo cónclave.
El protagonista es el cardenal Lawrence (Ralph Fiennes), el cual va a ser el encargado de llevar a cabo esa tarea y que recorrerá con nosotros todo un proceso que puede desestabilizar a la Iglesia debido a las tensiones internas que se respiran en una estancia de la que no podrán salir (al menos, no totalmente) hasta que los fieles vean salir la esperada fumata bianca.
Y es que Cónclave no es solo una película sobre la elección de un papa, es también un retrato de poder, de ambiciones ocultas y de cómo, incluso en un entorno que deberíamos considerar bondadoso y empapado de los valores cristianos, la política y los intereses personales están igual de presentes que en cualquier otro.
Por qué el estreno de Cónclave ha coincidido con un momento histórico
Lo curioso de todo es que la película ha llegado, o al menos sigue disponible en cines, en un momento que hace casi pensar que todo estaba preparado, ya que mientras se realizaban las primeras proyecciones, la salud del papa Francisco se resintió mucho para anunciar hace un par de días que, desgraciadamente, había fallecido. Este evento ha hecho que la vida real y la ficción se hayan entremezclado de una forma que era difícil de prever, ya que vamos a vivir dentro de muy poco un cónclave en El Vaticano del que saldrá el próximo cabeza de la Iglesia Católica.
Todo esto ha hecho que muchos espectadores acudan a Cónclave no solo como entretenimiento, sino también como si de una enciclopedia se tratara para entender mejor cómo funciona todo el tema de esta decisión dentro de la Iglesia. El proceso no tiene una fecha fija, pero suele comenzar entre 15 y 20 días después del fallecimiento del papa, aunque podría adelantarse si todos los cardenales ya están presentes en Roma.
Un cónclave que también ha triunfado en los premios
Conclave ha sido, además, una de las películas más aplaudidas de la temporada, ya que ha contado con ocho nominaciones a los premios Oscar, incluida la de Mejor película, Mejor actor (Fiennes) y Mejor actriz de reparto (Isabella Rossellini). Finalmente se llevó la estatuilla a Mejor guion adaptado, gracias al trabajo de Peter Straughan.