Ni igualdad ni recursos: la gran mayoría de los grandes ayuntamientos de España desatiende sus servicios sociales

Cuando estamos ante unas elecciones municipales, en este caso, son muchos los candidatos a una alcaldía que hablan sobre la inversión en servicios sociales. Pero una vez logrado el objetivo, como se suele decir, lo prometido queda en un segundo plano. Una prueba de ello es que sólo 21 municipios de España con menos de 20.000 habitantes destinan más de 200 euros por persona a servicios sociales, mientras que un total de 46 localidades invierten menos de 61,27 euros por habitante. El estudio realizado pone de manifiesto que hay una diferencia en los esfuerzos realizados para cumplir con los servicios básicos de bienestar social y evidencia también la diferencia entre distintas regiones de nuestro país. 

Igualdad y cohesión social

La inversión que se realiza en servicios sociales tiene como objetivo el garantizar la igualdad de oportunidades y la cohesión social. Entre los servicios que se incluyen está la atención a la dependencia, programas de ayuda a personas en situaciones de vulnerabilidad, atención a la infancia y la adolescencia y apoyo a la integración social de los colectivos desfavorecidos.

La cantidad de recursos que se asignan para ello, sin embargo, varían de forma considerable de una municipio a otro y esto genera importantes brechas en el acceso a los servicios.

El impacto por la falta de inversión en servicios sociales

Cuando no se invierte o no se hace lo suficiente en los servicios sociales, el impacto en la calidad de vida los ciudadanos es directo y considerable. En aquellos municipios con una menor asignación de los presupuestos, las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad o las personas mayores con dependencia, pueden verse privadas de la una atención adecuada. Otro de los problemas que genera la escasez de recursos también afecta a los programas de integración social, lo que incrementa las dificultades para colectivos en riesgo de exclusión social.

Una atención más personalizada

En el lado opuesto están los municipios que invierten más de 200 euros por persona en servicios sociales. Estos logran ofrecer una atención mucho más personalizada y accesible a sus habitantes. Además, estos recursos adicionales permite permiten la contratación de profesionales, el desarrollo de programas más amplios y la mejora de la infraestructura dedicada a la atención social. Por desgracias, hablamos de municipios que son una excepción dentro del panorama general.

Desigualdad territorial y falta de recursos en áreas rurales

Además de las diferencias entre los municipios grandes y pequeños, el informe realizado señala que la falta de inversión en áreas rurales es particularmente preocupante. En muchas de las localidades de menos de 20.000 habitantes, la asignación de fondos para estos servicios se reducen todavía más, lo que imposibilita que los habitantes de estas zonas reciban el apoyo que necesitan. La centralización de los recursos en áreas más pobladas perpetúa la desigualdad, dejando a las zonas rurales en una posición de desventaja.

Los expertos considera que para tratar esta desigualdad es necesario un esfuerzo conjunto entre los gobiernos regionales y locales. Son ellos los que deben garantizar que todos los ciudadanos, con independencia de su lugar de residencia, tengan acceso a servicios sociales de calidad. Para ello es necesario aumentar la inversión en los municipios con menos recursos y trabajar en la mejora de la eficiencia del gasto público para que los recursos disponibles lleguen a quienes más lo necesitan.

La diferencia en la inversión en servicios sociales entre los ayuntamientos de nuestro país pone de manifiesto una falta de equidad en la distribución de los recursos públicos. Para reducir la brecha, es importante promover una redistribución más justa de los fondos y que se garantice que todos los ciudadanos, con independencia de su ubicación, tengan acceso a los servicios sociales que necesitan.