No es un desayuno habitual, se consume más en días concretos, y ha sido sustituido por el café o las infusiones, pero el chocolate a la taza es una de las bebidas tradicionales que aportan más beneficios de los que uno se puede imaginar. Además de su sabor intenso y su textura cremosa, esta bebida aporta compuestos naturales que pueden ayudar a mantener la mente despierta, mejorar la concentración y proteger la memoria con el paso del tiempo.
Beneficios para el cerebro a la hora del desayuno
El chocolate a la taza, con cacao puro y leche, es una fuente natural de flavonoides, unas sustancias antioxidantes que se han relacionado con la mejora del riesgo sanguíneo cerebral. Gracias e ello, estaba bebida ayuda a un mejor oxigenación del cerebro y esto se traduce en más claridad mental, mejor memoria a corto plazo y una capacidad de concentración más prolongada.
A esto hay que añadir que el cacao también contiene pequeñas cantidades de cafeína y teobromina, dos compuestos estimulantes que, sin alcanzar los niveles del café, ayudan a despejarse por las mañanas sin provocar nerviosismo. Esta combinación de compuestos naturales es perfecta para quienes necesitan una dosis de energía sin los efectos secundarios de otras bebidas más intensas.
Así se debe preparar el chocolate a la taza
Para que la bebida sea beneficiosa de verdad conviene prepararla con cacao en polvo puro, sin azúcares añadidos ni aditivos. Se recomienda que se mezcle con leche, aunque podría ser sustituida por opciones vegetales, y espesarlo al gusto. Si se le quiere dar un pinto dulce se puede usar un toque de miel, azúcar moreno o dátiles triturados.
Lo importante es evitar la preparaciones industriales que vienen ya mezcladas con azúcar y espesantes. En muchos de estos casos el porcentaje de cacao es muy bajo y su valor nutricional se reduce de manera importante.
Una buena idea para hacer chocolate a la taza consiste en calentar primero la leche, disolver el cacao en un poco de líquido caliente y luego añadir el resto. De esta manera se consigue una textura suave, sin grumos y con todo el sabor. Si lo que se pretende es innovar, se puede añadir una pizca de canela o una gota de esencia de vainilla para darle un toque diferente a la bebida para evitar pérdida de memoria y mejorar la concentración.
¿Cuándo es mejor tomarlo?
Una taza de chocolate caliente es perfecta para los desayunos de invierno o como merienda. También pueden ser una buena opción antes de estudiar, trabajar o realizar actividades que requieran estar concentrados. El momento ideal es por la mañana o a media tarde, cuando el cuerpo y la menta necesitan un refuerzo sin afectar al descanso nocturno.
Al igual que con otras bebidas y alimentos, la clave está en la moderación: una taza al día es más que suficiente para obtener el beneficio que se pretende. Por tanto, el chocolate a la taza puede integrarse fácilmente en una dieta equilibrada, especialmente si se acompaña con alimentos ricos en fibra o proteínas, como son las tostadas o frutos secos.
La alternativa al chocolate
Puede ser que el chocolate no guste, por lo que hay otras alternativas que ayudan a mantener el cerebro activo. El té verde, por ejemplo, también contiene antioxidantes y teína, que ayuda a la concentración. Esta bebida es suave y refrescante, ideal para quienes buscan algo ligero.
El café, tomado con moderación, es una bebida que mejora el estado de alerta y capacidad de reacción. Una taza a primera hora de la mañana puede ayudar a despejarse, aunque conviene evitarlo por la tarde para no alterar el sueño. El cacao puro en polvo e incluso la repostería casera pueden tener beneficios similares a los del chocolate caliente.