Tener hijos es siempre algo maravilloso, pero que a la vez supone a las familias muchos gastos asociados a su crianza, pero hay algunas que se encuentran en una situación más especial y vulnerable, que son sobre todo aquellas que tienen un descendiente con algún tipo de discapacidad. Es por ello que, desde el Gobierno, se han puesto a disposición de ellas una serie de ayudas económicas para aliviar la carga adicional que suponen los cuidados, terapias o la educación especializada, además de tener como objetivo principal el darles una mínima protección económica a largo plazo.
Desde deducciones en la declaración de la Renta hasta prestaciones periódicas por hijo a cargo, el abanico de ayudas se ha ampliado, y muchas familias pueden beneficiarse ya en este 2025. Lo importante es conocer bien los requisitos y no dejar pasar ninguna oportunidad, porque algunas ayudas no se conceden automáticamente, sino que hay que solicitarlas, justificar la situación y mantener los datos actualizados ante la Seguridad Social.
Qué tipo de ayudas puedes solicitar si tu hijo tiene una discapacidad
Una de las principales ayudas que nos podemos encontrar es la de por hijo a cargo, la cual depende de la edad que tenga aquel hijo con discapacidad de la familia. Si este miembro del conjunto familiar tiene menos de 18 años y un grado de discapacidad igual o superior al 33 %, la prestación anual que recibirás será de 1.000 euros; mientras que en el caso de que sea mayor de edad pero con una discapacidad del 65% o más, la ayuda pasaría a ser mensual y, si se cumplen ciertos requisitos específicos, podría prolongarse en el tiempo.
Aparte de la prestación anterior, podemos encontrar otro tipo de ayudas a estas familias que, si bien no suponen directamente el ingreso de una cantidad de dinero, sí que te permitirán ahorrar ciertas cantidades, tal y como pasa con la deducción por discapacidad en el IRPF a la hora de hacer la declaración de la Renta, la cual puede ascender hasta los 1.200 euros.
En el caso de nacimiento o adopción de un hijo con discapacidad, sobre todo si la familia es monoparental, numerosa o si alguno de los progenitores tiene también una discapacidad reconocida, nos encontramos con ayudas adicionales o complementarias a las que ya hemos mencionado, aunque no podemos adelantar una cantidad exacta ya que esta depende de la situación de cada familia y es mejor consultar cada caso individual directamente en la Seguridad Social.
Los requisitos que se deben cumplir a la hora de solicitar esta ayuda
Si quieres acceder a estas ayudas, el primer paso es contar con un reconocimiento oficial del grado de discapacidad del menor, ya que sin este documento, la Seguridad Social no podrá tramitar ninguna prestación. A partir de ahí, es necesario que el hijo con discapacidad resida legalmente en España, esté a cargo efectivo de la persona solicitante y no perciba prestaciones similares a través de mutualidades como MUFACE, MUGEJU o ISFAS.
Otro punto importante que muchas familias desconocen es que no hay un límite de ingresos para acceder a la ayuda por hijo con discapacidad, lo cual implica que, a diferencia de otras prestaciones, no importa si uno o ambos progenitores trabajan o si la unidad familiar supera ciertos umbrales económicos, ya que lo principal es contar con el reconocimiento de la discapacidad y con demostrar que el hijo esté efectivamente a cargo de la persona que lo solicita.
Este tipo de ayudas están sujetas a revisión anual por parte de la Seguridad Social, ya que pueden ajustarse según la situación familiar o el grado de discapacidad, además de ser necesario comunicar cualquier cambio importante que se dé en la unidad familiar, ya que no hacerlo puede implicar la cancelación de la prestación.
Por último, no olvides que muchas Comunidades Autónomas también ofrecen sus propias ayudas complementarias, desde bonificaciones fiscales hasta becas específicas o servicios gratuitos de atención temprana.