El panorama en cuanto a la venta de móviles y tablets en el territorio de la Unión Europea ha dado un giro importante. Entre las novedades que los fabricante de estos dispositivos están obligados a implementar en los países miembros de la UE están las etiquetas de eficiencia energética. De esta manera, tanto a los smartphones como a las tabletas se les asignará una letra y un color, que dependerá de la energía que consuman. Algo similar a lo que se hizo con las lavadoras, neveras y otros electrodomésticos.
Desde la UE se busca acabar con la obsolescencia programada de los teléfonos inteligentes y tables en el viejo continente. Se pretender hacer con el Reglamento (UE) 2017/1369 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo relativo al etiquetado energético de los teléfonos inteligentes y tabletas pizarra. Así, para evitar que estos dispositivos comiencen a dar problemas después de dos o tres años de uso, exigen a las marcas:
- Asegurar cinco años de actualizaciones de software y de seguridad como mínimo.
- Que las piezas de repuesto estén durante siete años después de dejar de vender el modelo.
- Que las baterías aguante al menos 800 ciclos de carga conservando el 80% de su capacidad inicial.
- Además, también se obliga a añadir etiquetas de eficiencia energética.
La normativa entró en vigor el pasado 20 de junio.
Las etiquetas en móviles y tablets
La Comisión Europea realizó un estudio que analizaba los aspectos técnicos, medioambientales y económicos de los móviles y tablet. La conclusión fue que la vida útil podía “mejorarse de forma significativa mediante un sistema de etiquetado energético”. El distintivo que ahora incluyen este tipo de dispositivos más modernos son las etiquetas EPREL, que siguen las directrices del Registro Europeo de Productos para el etiquetado energético. Es la homologación de la UE que también se tiene en cuenta para los electrodomésticos y otros aparatos electrónicos.
En la etiqueta aparecerá en la parte superior el identificador que mostrará de forma clara la marca, el modelo y un enlace QR que redirige a la página informativa del producto en el Registro Europeo de Productos para el etiquetado energético. Más abajo se verá la clasificación energética, que va desde la A, la más eficiente, a la G, la menos eficiente y sigue una escala cromática del verde al rojo. El color y la letra dependerán de varios factores: el procesador, el tipo de pantalla o la gestión del ciclo de carga. Si la calificación del movil es A y verde, significa que puede durar más tiempo con una sola carga; si la G en rojo, quiere decir que consume más energía y la batería se agota más rápido.
Más abajo, en la etiqueta, se ven otros iconos que indican:
- La duración de la batería: la compañía deberá marcar cuántas horas y minutos de autonomía tiene el modelo bajo condiciones homogéneas al uso.
- Índice sobre la resistencia a caídas en móviles, de la A, mayor resistencia, a la E, menor.
- Índice de reparabilidad, que también va de la A a la E. En este caso, el fabricante tendrá que calcularlo en función a la facilidad de desmontaje, sustitución de piezas y acceso a la información técnica para reparar.
- Vida útil de la batería, que dará a conocer la cantidad de veces que la batería puede cargarse y descargarse sin bajar del 80% de su capacidad original. Como mínimo deben garantizarse hasta 800 ciclos de carga en los móviles y tablets.
- Resistencia al polvo y al agua. Está compuesto por dos números, el primero indica la resistencia al polvo y el segundo al agua.