La Fundación Integra está de enhorabuena, pues ha alcanzado un hito histórico: 25.000 personas en situación de exclusión social o con discapacidad han logrado acceder al mercado laboral gracias a su apoyo. Creada en 2001, esta entidad sin ánimo de lucro, ha trabajado y lo sigue haciendo de forma incansable para tender puentes entre empresas socialmente responsables y personas que cuentan con grandes dificultades para acceder a un empleo. El objetivo no se basa únicamente en proporcionar un contrato, más en abrir puertas hacia una vida más autónoma, digna y con futuro. Esto se quiere conseguir a través de un modelo de inserción laboral que tiene como premisas el acompañamiento, la formación y el empleo con apoyo.
La que fuese alcaldesa de Madrid entre 2011 y 2015, Ana Botella, es presidenta ejecutiva y fundadora de Fundación Integra. La misma considera que “el empleo es la mejor medida social” y que cada año la Fundación consigue un empleo a 2.000 personas, con una gran tasa de éxito: 9 de cada 10 personas que son contratadas reciben una valoración positiva de su desempeño por parte de sus responsables directos.
Gracias a estos empleos, estas personas tienen la posibilidad de empezar una nueva vida lejos de la exclusión, mantener la custodia de sus hijos, tener independencia económica y volver a ser miembros activos de la sociedad.
¿A qué colectivos ayuda la Fundación Integra?
El perfil de las personas atendidas por la Fundación Integra es muy diverso: hay personas con discapacidades, mujeres víctimas de violencia de género, personas sin hogar, exreclusos, jóvenes tutelados o personas con problemas de adicción que se encuentran en estos momentos en el proceso de rehabilitación. En todos los casos, se trata de personas que tienen detrás una historia marcada por la vulnerabilidad y la exclusión.
Gracias a una red de más de 70 empresas colaboradoras y más de 150 entidades sociales, la Fundación Integra actúa como un puente entre el talento que hay oculto y las oportunidades reales que ofrece el mercado laboral. Cada persona que forma parte de la Fundación cuenta con formación especializada, acompañamiento emocional y herramientas prácticas para enfrentarse con éxito al mundo laboral.
El impacto social y económico que se genera
El trabajo que se realiza por parte de todos los miembros de la Fundación Integra no se mide únicamente en cifras de empleo, también en transformación social. Las empresas que colaboran descubren el valor de contar con equipos diversos y comprometidos, mientras que las personas contratadas recuperan la autoestima, la estabilidad y también la posibilidad de construir, de nuevo, un futuro.
Desde la Fundación se contribuye a desarrollar modelos de negocios sostenibles gracias al rol social de las empresas. Se trabaja de la mano de las mismas en la gestión de su huella social, gestionando temas materiales de sostenibilidad que están relacionados de forma directa con el empleo responsable para impactar de forma positiva en los grupos de interés.
En cuanto a las empresas, estas colaboran con la Fundación Integra contratando a los candidatos en sus plantillas mediante el voluntariado corporativo de empleados, acciones de sensibilización y mediante aportaciones económicas que les permiten atender con calidad a personas que llaman a su puerta buscando una oportunidad.
Con este modelo, todos salen ganando. Por un lado, las empresas ganan en responsabilidad y cohesión social; por otro, las personas en dignidad y autonomía; y la sociedad en inclusión y justicia social. La inserción laboral se convierte así en una herramienta poderosa contra la pobreza, la discriminación y la desigualdad.