La ley lo prohíbe: hacer esto tan habitual cuando saques a tu perro puede acarrearte hasta 10.000 euros de multa

Cuando se decide tener un animal en casa hay que estar muy seguro de ello. Tanto que se va a cuidar todo lo posible del mismo, como que se va a cumplir con todo lo que exige la normativa. No es un capricho tener un perro o un gato. Así, la nueva Ley de Bienestar Animal manda un serio aviso a todos los dueños de mascotas, aquellos que creen que una acción, por muy común que sea y sin daño alguno, puede costarles caro. Por ejemplo, el dejar a un perro amarrado en la vía pública sin supervisión, que puede tener un castigo de hasta 10.000 euros.

La Ley 7/202 de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales ha convertido lo que muchos ven como algo sin importancia, que no genera ningún problema, en una infracción importante. La norma considera que amarrar al animal sin la presencia constante de su responsable lo expone a agresiones, inclemencia del tiempo y estrés por separación. Por ello, típica la conducta como falta leve, con independencia de si son cinco minutos o dos horas, y remite al artículo 76 para fijar la sanción.

El rango de las sanciones

El importe de los castigos se adapta según la gravedad y también tiene en cuenta si hay reincidencia o no. Si el perro carece de agua, sufre calor extremo o está en riesgo de agresión, la cuantía se dispara dentro del tramo máximo. Además, la autoridad puede sumarlo a otros cargos si concurren indicios de maltrato o abandono prolongado.

A continuación, un resumen de los importes según conductas:

  • Infracción leve. Por ejemplo, dejar al perro atado sin supervisión presencial. Puede tener un castigo que va desde los 500 euros a los 10.000 euros.
  • A la anterior, añadir falta de agua, refugio o atención veterinaria. Irían desde los 10.001 euros hasta los 50.000 euros.
  • Muy grave. Hay un riesgo para la vida o integridad del animal. La sanción puede oscilar entre los 50.001 euros y los 200.000 euros.

No sirve pedir ayuda a desconocidos

La única vía legal para amarrar al perro en la calle es la de permanecer a su lado todo el tiempo, con correa corta y control efectivo. El ir a “echar un vistazo” desde la puerta del lugar en el que se encuentre el dueño no vale y tampoco pedir a un desconocido que lo vigile. Por tanto, si no se puede garantizar la vigilancia, lo mejor es dejar al animal en casa.

Alternativas que se pueden aplicar

Existen otras opciones, como los comercios pet-friendly y rutinas que evitan sanción. Cada vez son más las tiendas, cafeterías y espacios públicos que admiten mascotas. Lo único que hay que hacer es preguntar antes de entrar para evitar riesgos.

Es importante también planificar paseos largos en horas de menor calor y reservas de juego en parques caninos. Así el animal disfruta y el dueño está más tranquilo. Si lo que se necesita es ir a hacer la compra, las opciones son:

  • Encargar los recados online y recibirlos en casa.
  • Turnarse con otra persona para vigilar al perro si se le sujeta a la puerta, sin soltar correa.
  • Elegir establecimientos con ganchos interiores en los que el animal pueda esperar junto a la caja bajo la supervisión directa del dueño.

Otras obligaciones que marca la Ley de Bienestar Animal

La legislación refuerza la protección con otras medidas complementarias:

  • Un perro no puede quedarse solo más de 24 horas.
  • Todos los perros, gatos y hurones deben llevar microchip y constar en el registro autonómico.
  • Si se adopta, la esterilización es obligatoria.
  • Se prohíbe tener a la mascota de forma permanente en balcones, terrazas, sótanos o vehículos.