Ni soldador ni electricista: esta Formación Profesional garantiza un puesto de trabajo y un buen sueldo

No hace falta estudiar una carrera ni especializarse en oficios tradicionales como soldador o electricista para conseguir un empleo estable y bien remunerado, ya que de hecho, una de las alternativas que están marcando la diferencia es la Formación Profesional en Comercialización de Productos Alimentarios. Pese a ser una opción muy poco conocida, los datos la respaldan a aquellos estudiantes que se decantan por esta salida profesional, ya que roza el pleno empleo y puede ofrecer sueldos que superan los 2.800 euros mensuales.

Este Grado Medio dura dos cursos académicos, y lo bueno es que se imparte tanto en centros públicos como privados, por lo que podrás encontrar opciones para hacerlo por más o por menos dinero. El acceso al mismo es bastante sencillo, ya que solo tienes que tener la ESO o superar una prueba que te harán antes de empezar, algo que hace que muchos se estén planteando la posibilidad de formarse en este campo y dedicarse a una de las cuantas salidas profesionales que ofrece, sobre todo por los factores que hemos mencionado ya, y que son la alta tasa de empleabilidad así como la posibilidad de tener un sueldo que es complicado encontrar a día de hoy.

Por qué esta Formación Profesional tiene tanta salida laboral

Para responder a esta pregunta, lo único que debemos mirar son los datos del comercio alimentario, el cual ha aumentado mucho con los años, pero es que además se suma la necesidad de personal cualificado en puntos de venta, lo cual hace que esta Formación Profesional tenga una empleabilidad muy alta.

En algunas comunidades autónomas se llega a cubrir el 100% de las plazas con contratos antes incluso de finalizar las prácticas, algo que tiene mucho que ver con la demanda que hay de estos profesionales, pero también con el hecho de que el último trimestre del segundo curso se dedica a la Formación en Centros de Trabajo (FCT), periodo obligatorio que, en muchos casos, acaba convirtiéndose en un contrato indefinido.

Las asignaturas son bastante prácticas y están muy enfocadas en cubrir las necesidades de este sector, que son técnicas de venta, gestión de almacenes, aprovisionamiento o manipulación de productos frescos. Esta Formación Profesional está regulada por el Ministerio de Educación, aunque cada comunidad puede adaptar algunos aspectos del programa, por lo que sin muchos problemas puedes moverte de localidad por toda España para dedicarte a esta profesión.

Otro punto fuerte es que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ofrece becas de desplazamiento y ayuda a canalizar la oferta de prácticas, a lo que hay que sumarle que las consejerías autonómicas, por su parte, garantizan que la calidad de la enseñanza se mantenga en todos los centros acreditados para impartir esta Formación Profesional.

Salario, perfiles y posibilidad de seguir estudiando

Los datos actuales sitúan el sueldo medio entre los 25.000 y los 35.000 euros brutos anuales, según la zona, pudiéndonos encontrar que, en lugares como Cádiz, Elche o el País Vasco, el salario mensual puede alcanzar los 2.900 euros. En muchos casos, estos sueldos superan a los de bastantes graduados universitarios en sus primeros años de carrera.

Los puestos más comunes para quienes finalizan esta Formación Profesional son de dependiente especializado en carnicería, charcutería, frutería o panadería, técnico en aprovisionamiento, responsable de punto de venta o gestor de pequeño comercio. Además, posteriormente te puedes sacar un Grado Superior, como el de Marketing y Publicidad, o incluso especializarse en nutrición gourmet, por lo que es un camino con el que podrás continuar y no te quedarás estancado.

Otra de las ventajas de esta Formación Profesional es el coste reducido si se estudia en un centro público, ya que este es de alrededor de 400 euros por curso, por lo que en total, te supondría unos 800 euros por dos años de estudios que pueden garantizar un empleo estable y bien pagado. Frente a ello, una carrera universitaria puede requerir una inversión de más de 6.000 euros sólo en tasas, algo a tener muy en cuenta si estás sopesando en qué y en dónde quieres formarte.