Es oficial: la Seguridad Social reconoce pensiones completas por fibromialgia en estos casos

Algo que muchos no saben es que la Seguridad Social ya concede pensiones completas por fibromialgia, pero esto no es algo que se aplique a todo el mundo. Este tipo de prestación se da únicamente en los casos más graves, cuando la enfermedad está tan avanzada que impide trabajar de forma permanente, ya sea en la profesión habitual o en cualquier otro empleo, lo cual ha sido confirmado por la propia Seguridad Social en resoluciones recientes, que han sentado las bases para un criterio que ya es seguido por algunos tribunales desde hace tiempo.

Para que la Seguridad Social reconozca estas pensiones completas por fibromialgia, es necesario acreditar que la enfermedad se encuentra en un grado severo (Grado III) y que, además, está acompañada de otras patologías que dificultan aún más el día a día, tales como fatiga crónica, lupus, depresión clínica o deterioro cognitivo. Cuando se da esta combinación, el tribunal médico puede reconocer una incapacidad permanente absoluta, lo cual da derecho a cobrar el 100 % de la base reguladora sin necesidad de volver a trabajar.

Cuándo se pueden conseguir pensiones completas por fibromialgia

Aunque la fibromialgia por sí sola no siempre justifica una pensión, tal y como hemos dicho antes, esto se acepta cuando los síntomas afectan de forma constante y severa a la vida del trabajador. Las pensiones completas por fibromialgia se suelen conceder a quienes padecen crisis de dolor muy frecuentes, toman medicación agresiva de forma crónica y presentan un test FIQ altamente negativo, aunque también entran en juego otros factores, como lo son los “puntos gatillo”, además de otros efectos secundarios como el insomnio, la astenia o problemas digestivos derivados de esta situación.

No obstante, el tipo de pensión que se concede dependerá del grado de afectación, ya que para las personas diagnosticadas con fibromialgia en Grado II (moderado), es posible acceder a una incapacidad permanente total, lo que les da derecho a una pensión del 55 % de la base reguladora. Esta no es una de las pensiones completas por fibromialgia, pero sí permite dejar el empleo habitual y trabajar en otro que les resulte más ligero o llevadero. En cambio, si el diagnóstico es de Grado III y va acompañado de patologías adicionales, sí se puede obtener una pensión completa, equivalente al 100 % de la base.

Cómo solicitar las pensiones completas por fibromialgia

En caso de que padezcas esta dolencia y quieras acceder a una pensión por la misma, es importante que recopiles los últimos informes médicos que tengas, tales como pruebas de reumatología, test FIQ, informes psicológicos y farmacológicos y presentar la solicitud en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Este organismo revisará todo mediante un Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), el cual no solo se fijará en el diagnóstico sino en cómo la enfermedad afecta a la capacidad de trabajar del solicitante.

Es por ello muy importante el poder explicar en detalle cuáles son las actividades del día a día que no se pueden realizar, las limitaciones que se presentan debido a la medicación que se está tomando y ver cómo ha sido la evolución de la enfermedad con el paso del tiempo.

La experiencia demuestra que el reconocimiento de pensiones completas por fibromialgia no depende tanto del puesto de trabajo como del estado clínico global. Así, se han concedido a personas con profesiones físicas, tales como operarios o auxiliares, pero también a quienes trabajan en oficinas, siempre que existan otras enfermedades asociadas que agraven el cuadro clínico.

Por eso, cada caso es único, ya que como hemos dicho no es algo que se limite a padecer fibromialgia y punto, sino que hay que demostrar cómo afecta al desempeño laboral y a la vida diaria. Solo entonces, y si la enfermedad ha alcanzado un grado severo con otras complicaciones, la Seguridad Social puede conceder una de estas pensiones completas por fibromialgia.