El Ayuntamiento lo hace oficial: Madrid cierra sus parques cuando hace mucho calor por estos motivos

Puede parecer contradictorio, pero sí, el Ayuntamiento de Madrid ha hecho oficial lo que muchos vecinos ya venían notando desde hace meses, y es que los parques se cierran precisamente cuando más falta hacen. Y no se trata de una medida puntual, sino que están aplicando el propio protocolo municipal de actuación en zonas verdes ante episodios de calor extremo, viento o situaciones meteorológicas nada favorables.

La razón de estos cierres no responde a un capricho político, sino a un criterio de seguridad, ya que según el Ayuntamiento, los momentos en los que más se concentran las caídas de ramas, hasta un 80 % del total, coinciden con solo un 1 % del tiempo. ¿Y qué ocurre en ese 1 %? Principalmente, olas de calor y fuertes rachas de viento, condiciones que hacen que la estabilidad de los árboles se vea comprometida, obligando al cierre temporal de parques como El Retiro o la Quinta de los Molinos, entre otros.

Qué dice el protocolo y a qué parques afecta

Este protocolo municipal, que se implantó por primera vez en 2014 y fue endurecido en 2019, afecta a nueve parques considerados “singulares” por el área de Medio Ambiente. No solo nos encontramos con El Retiro, sino que también están incluidos El Capricho, la Rosaleda del Parque del Oeste, Juan Carlos I, Juan Pablo II, Fuente del Berro, Torre Arias, la Quinta de los Molinos y el parque Lineal del Manzanares.

El sistema funciona a través de alertas por niveles: verde, amarilla, naranja o roja. Se basan en datos meteorológicos que AEMET proporciona al Ayuntamiento y no solo tienen en cuenta el viento, sino también la temperatura, la humedad y otros indicadores; y, cuando el nivel de alerta alcanza el umbral establecido, los parques pueden cerrarse parcial o totalmente, aunque en apariencia no parezca que haya riesgo alguno.

Y aquí es donde empiezan los roces con los vecinos, ya que muchos madrileños consideran que se están cerrando espacios verdes de forma preventiva sin que exista un peligro real visible, sobre todo en días de calor en los que vamos buscando la sombra como unos desesperados y los parques podrían servir como refugio natural.

Cierres que generan malestar y justo cuando más se necesitan

Uno de los episodios que más se ha criticado por parte del público en general es cuando de repente, se cerro el parque de El Retiro en plena Feria del Libro, una cita cultural que tuvo que sufrir una clausura improvisada y por sorpresa debido a dicho cierre. El malestar llegó a las redes sociales y muchos pusieron mensajes muy indignados por el protocolo que siguieron, abriendo de nuevo un debate que lleva ya tiempo sobre la palestra.

Algunos usuarios expresaban de esta forma en Twitter su enfado, pudiendo encontrar algunos mensajes de este estilo “¿Cerrar parques cuando hace calor? Justo cuando el asfalto quema y lo único que apetece es una sombra bajo un árbol”. Y es que los vecinos lo han dejado claro muchas veces, ya que no no cuestionan la necesidad de garantizar la seguridad de todos aquellos que ingresan en estos lugres, sino el modo en el que aplica el protocolo, proponiendo alternativas a los cierres completos con permitir aperturas parciales o establecer áreas seguras dentro de los parques.

Pero este dilema entre el poder disfrutar de un refugio del calor y la seguridad no es único en Madrid, sino que se ha extendido a muchas otras ciudades españolas en las que se pide en muchas ocasiones que se invierta un poco más en el cuidado de estos espacios y de su flora para evitar su cierre por el peligro que puede suponer que nos caiga la rama de un árbol en la cabeza mientras damos un paseo o nos echamos la siesta bajo su sombra.