La Seguridad Social ha confirmado que, si has nacido entre los años 1975 y 1985, podrás acceder a partir del 2026 a mejoras en tu prestación de desempleo, una nueva medida que ha sido impulsada por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social con el objetivo de adaptar las actuales ayudas y subvenciones a la realidad que se vive en el día a día en el mercado laboral. Eso sí, tal y como pasa con el resto de prestaciones, para poder disfrutar de esos nuevos beneficios, hay que cumplir una serie de requisitos específicos que harán que las mejoras estén destinadas a las personas que más lo necesitan.
Puede parecer una franja de edad algo aleatoria, pero nada más lejos de la realidad, ya que según han informado varios estudios, las personas que nacieron entre esos años han sido las que más han sufrido en sus carnes las grandes crisis de las ultimas décadas, tales como la recesión de 2008 o la pandemia de COVID-19. Y es que muchas de ellas se encuentran ahora mismo a cargo de los cuidados familiares, afrontando una hipoteca o con empleos que no son precisamente los más estables, motivos por los que se ha decidido que merecen un extra de protección cuando se quedan en el paro.
¿Qué cambia en la prestación de desempleo para nacidos entre 1975 y 1985?
Aunque todavía no se han publicado los detalles exactos de la normativa, el Ministerio ya ha adelantado algunas claves. Por un lado, se ampliará el periodo de acceso a la prestación de desempleo para este grupo, especialmente si se encuentran en situación de paro de larga duración, mientras que por otro se prevé un aumento en la cuantía que podrán recibir quienes ya hayan agotado subsidios anteriores.
No se trata solo de dar más dinero, sino de asegurar que esa mejora en la prestación de desempleo llegue a quienes tienen más dificultades para reincorporarse al mercado laboral, siendo un motivo más que de peso la edad que se tiene. Las personas nacidas entre 1975 y 1985 han quedado en una especie de “tierra de nadie”, ya que son demasiado mayores para muchos programas de inserción juvenil, pero aún se encuentran lejos de la jubilación.
Según fuentes del SEPE, una de las metas es evitar que los desempleados mayores de 40 años queden atrapados en un bucle de precariedad, por lo que la mejora de la prestación de desempleo se combinará con programas de formación y reciclaje laboral adaptados a los perfiles más afectados. Así, se busca no solo sostener económicamente, sino también abrir la puerta a nuevas oportunidades laborales que quizás antes no se planteaban.
La formación y empleo en el centro de la nueva prestación de desempleo
Esta medida ya ha sido muy bien acogida por los sindicatos de la UGT y de CCOO, aunque han remarcado la necesidad de que vaya acompañada por políticas activas de empleo, es decir, que no basta con mejorar solo la prestación de desempleo, sino que es muy necesario que se creen caminos realistas que permitan a estas personas volver al mercado laboral cuanto antes, sobre todo en sectores en los que la digitalización y la automatización de las tareas ha dejado a muchos trabajadores fuera.
Desde el Ministerio insisten en que el acceso a estas nuevas ayudas se gestionará con las comunidades autónomas, para adaptarlo a la realidad de cada territorio. El primer semestre de 2026 es la fecha en la que esta medida hará su entrada en vigor, aunque antes se irán conociendo los criterios específicos para solicitarlas a lo largo de este 2025, por lo que habrá que estar muy atentos a las novedades que vayan apareciendo.