Seguro que muchos de nosotros cuando vamos a un bar, hacemos nuestras respectivas consumiciones y, luego, nos traen la cuenta, pensamos que de los refrescos o de la cerveza sacan un margen bastante elevado, sobre todo si lo comparamos con lo que nos cuestan a nosotros esos productos en el supermercado. O que quizás, en lugares donde hay mucho trajín de trabajadores, el popular menú del día les supondría también muchas ganancias a final de mes, pero en ambos casos estaríamos tremendamente equivocados.
Y es que recientemente, un camarero ha destapado la verdad en diversas entrevistas y podcast, y el secreto se encuentra en el alcohol, que es lo que más dinero deja en la caja, en concreto, los licores y los combinados. Exactamente, hablamos de esos gin-tonics de sobremesa, los cubatas de media noche o las copas improvisadas después del trabajo o lo que ya se conoce como afterwork, pudiendo llegar a calificarlos como el “motor silencioso” que hace que muchos bares normalistas se puedan mantener en pie, ya que un solo combinado puede aportar más margen de beneficio que diez cafés servidos en una jornada.
El alcohol es el gran aliado (económico) de los bares
Abraham Galera, camarero y divulgador en redes sociales, lo ha explicado en entrevistas y pódcast, tal y como hemos señalado al principio del artículo, y es que vender alcohol es una de las formas más rentables de sostener un bar. Y no se refiere a vender vino o cerveza, que también tienen buena salida y suelen pedirse en grandes cantidades, sino a los licores, sobre todo esos que se sirven en copas de balón o en vasos anchos con mucho hielo.
Seguro que sabiendo esto, muchos podemos intuir las razones, pero por si acaso, la explicación a esto la encontramos en que una botella de whisky de gama media puede costarle al bar unos 15 o 20 euros, por lo que con apenas tres copas vendidas (dependiendo del lugar) ya se ha recuperado la inversión. A partir de ahí, todo lo que se sirva son beneficios y, si esa misma botella da para 12 cubatas, solo hay que hacer un rápido cálculo para confirmar todo esto.
En cambio, el café, aunque muy demandado a ciertas horas, no resulta tan rentable, ya que debemos tener en cuenta el coste del mismo. Entre el coste de la materia prima, el tiempo que el cliente permanece en el local, el uso de servicios (wifi, baño, atención del personal), la vajilla que hay que fregar y la reposición constante, el beneficio real es ínfimo, algo que Galera explica con humor, pero con datos. Y es que una bolsa de café que cuesta 20 € puede rendir unos 100 cafés, pero vendiéndolos a 1,20 €, se cubre muy justito.
El bar español sobrevive gracias a los cubatas
No hace falta ser muy avispado para ver que en España, tenemos mucha tradición de bares, algo que se puede ver con solo dar un paseo por sus calles o porque todos tenemos un conocido cuyo sueño es, literalmente, “abrir algún día su propio bar”. Según el INE, hay más de 148.000 establecimientos dedicados a bebidas, aunque algunas encuestas elevan la cifra a 180.000.
Y es que estos establecimientos no son sitios de paso (o no siempre), son lugares en los que quedar y encontrarse con la gente de nuestro círculo, ya sea para desayunar o para tomarnos algo y ponernos al día. Es cierto que el consumo de alcohol ha bajado ligeramente en los últimos años, aunque sigue siendo alto en comparación con otros países, laque ha respaldo la última encuesta EDADES, la cual señala que el 92,9 % de los españoles ha consumido alcohol alguna vez, y el 63,5 % lo ha hecho en el último mes.