Ni a mediodía ni a la hora de la siesta: este es el mejor momento para ventilar y refrescar tu casa en los días de calor

Si creías que abrir las ventanas a mediodía te ayudaría a refrescar la casa en plena ola de calor, sentimos decirte que no es la mejor estrategia, ya que de hecho, según las recomendaciones de expertos y organismos como la Comunidad de Madrid, el momento más eficaz para ventilar en verano es a primera hora de la mañana. Cuando el aire exterior es más fresco que el interior, ventilar no solo refresca, sino que ayuda a renovar el oxígeno de las estancias y a preparar el ambiente para el resto del día.

Ventilar entre las 6:00 y las 9:00 de la mañana es la franja horaria más recomendada, ya que las temperaturas son más suaves y el aire está menos cargado, mientras que hacerlo a mediodía o a primeras horas de la tarde, cuando el calor más aprieta y es más intenso, solo conseguirá que el aire caliente entre en casa, elevando aún más la temperatura interior.

Los errores más comunes sobre cuándo ventilar y cuándo no

Uno de los errores más habituales en verano es pensar que cualquier corriente de aire mejora la situación, pero para nada que esto es verdad, ya que si el aire que entra es más caliente que el que ya hay dentro, ventilar puede llegar incluso a ser contraproducente. Es por eso que, entre las 11:00 y las 17:00 horas, lo mejor que podemos hacer es mantener las ventanas cerradas y protegerlas del sol con persianas o cortinas, ya que si las abrimos solo va a entrar “fuego” en nuestra casa, convirtiéndola casi literalmente en un horno.

También hay que tener en cuenta el tipo de aire que sopla, como por ejemplo si vivimos en una zona donde el aire exterior es caliente o seco (como el viento terral), siendo preferible en estos lugares esperar al anochecer para ventilar. A partir de las 21:00, cuando las temperaturas comienzan a descender, es otro buen momento para abrir ventanas y refrescar las habitaciones, sobre todo de cara a irnos a dormir un poco más cómodos.

Los mejores trucos para ventilar y refrescar tu casa

Ventilar no consiste sólo en abrir una ventana, y es que para que este gesto sea eficaz, hay una serie de trucos que podemos poner en marcha. Y es que lo que debemos intentar hacer es crear corrientes de aire cruzadas entre habitaciones opuestas, es decir, que si tu casa lo permite, deberías abrir dos ventanas enfrentadas para que el aire circule de forma natural, lo cual generaría una especie de “efecto túnel” que acelera la renovación del aire y reduce más rápido la temperatura.

Otro truco para ventilar sin perder el frescor acumulado (como por ejemplo, si hemos puesto el aire) es colocar cortinas finas o estores que dejen pasar el aire pero filtren la luz solar y, en caso de que utilicemos ventiladores, puedes colocar un recipiente con hielo frente a ellos para enfriar el aire en movimiento que nos llega.

Ventilar correctamente también implica saber cuándo parar, algo que toca una vez que el sol empieza a subir y la temperatura exterior supera la interior, momento en el que hay que cerrar a cal y canto las ventanas y bajar las persianas, de modo que nuestra casa conserve el aire fresco acumulado por la mañana y evitando que el calor entre durante las horas más problemáticas.

En este punto es necesario recordar que, ventilar, no solo nos puede ayudar a llevar mejor los días de calor en nuestras casas, sino que también es una cuestión de salud, ya que este pequeño gesto nos ayuda a renovar el aire y a reducir la concentración de CO2 y de otros contaminantes en el hogar, sobre todo si convivimos varios miembros en la misma, si acabamos de emplear productos de limpieza o si hemos cocinado hace poco.