La Junta de Castilla y León acaba de sacar una nueva ayuda que puede beneficiar a muchos pueblos de su territorio, y a la cual ha denominado cheque rural, una iniciativa que ofrece hasta 5.000 euros para apoyar a los pequeños comercios y emprendedores que quieran asentarse o mantenerse en municipios de hasta 1.000 habitantes; aunque se debe tener en cuenta que no está dirigida a cualquier negocio, sino a aquellos que suponen un servicio esencial para la vida diaria de esa localidad.
Los beneficiarios del cheque rural serán, por tanto, los comercios minoristas que decidan abrir en pueblos donde no existe ningún otro establecimiento o donde solo queda uno. También podrán acceder quienes quieran reformar su local, adquirir un vehículo para el reparto de productos básicos o quienes mantengan su tienda en zonas de especial despoblación, algo que incluso puede llegar a ciertos bares que decidan convertirse en puntos de venta si no hay ninguna tienda en dicho municipio.
Cheque rural: cinco líneas de ayuda para necesidades reales
El cheque rural no es una ayuda única, sino un conjunto de cinco tipos de subvención que se adaptan a las distintas necesidades que tenga tanto el pueblo como el propio negocio. La primera de esas subvenciones es el Cheque Rural Apertura, con ayudas de hasta 5.000 euros para quienes quieran abrir un comercio en municipios sin ningún otro establecimiento, de tal forma que se fomente el emprendimiento en lugares que no posean una tienda.
El segundo tipo es el Cheque Rural Reforma, con el cual se ofrecen hasta 2.000 euros para poder actualizar negocios que ya existan en municipios de hasta 1.000 habitantes que cuenten con un solo comercio. Por otro lado, el tercero es el Cheque Rural Vehículo, el cual también de hasta 5.000 euros y va destinado a la compra de vehículos que permitan llevar productos de primera necesidad a las zonas más alejadas del resto, con el fin de fomentar el reparto a domicilio.
En cuarto lugar, nos encontramos con el Cheque Rural Permanencia, con ayudas de hasta 2.000 euros para cubrir gastos corrientes y garantizar que los comercios ya asentados en pueblos muy pequeños (de hasta 200 habitantes) puedan seguir funcionando. Y por último, tenemos el Cheque Rural Centros de Ocio y Convivencia, que da hasta 3.000 euros a bares o cafeterías de pequeños municipios (de hasta 200 habitantes) para que también puedan vender productos básicos como pan, leche o conservas.
Unas ayudas que garantizan unos servicio básicos a la localidades más pequeñas
Tal y como explicaba Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta, durante la presentación en Pereruela (Zamora), el objetivo es el siguiente: “Queremos atraer, retener y fijar población en el mundo rural”. En su planteamiento, para poder conseguirlo, lo primero que hay que hacer el fortalecer el comercio de proximidad, ya que si ni siquiera puedes comprar una barra de pan, ¿qué tes lo que queda?
Esta realidad se refleja muchas veces en las propias calles del pueblo, ya que cuando el último negocio cierra, estas y su población también se apagan, algo a lo que se quiere poner fin con este cheque rural, el cual tratará de incentivar tanto a los emprendedores como a los negocios ya asentados que echen el cierre al ser considerados como algo más que un lugar donde llevar a cabo una actividad económica, sino que suponen puntos de encuentro donde los vecinos se ven, se saludan y se preguntan qué tal el día. Todo esto es lo que genera comunidad.
La solicitud del cheque rural se llevará a cabo a través de la Junta de Castilla y León y requiere cumplir ciertos requisitos, como estar ubicado en uno de los municipios contemplados y dedicarse a la venta de productos de uso cotidiano.