Estos son los requisitos que debe cumplir una piscina pública para considerarse accesible, según ILUNION

Las piscinas que tienen titularidad pública son un espacio clave para cientos de miles de ciudadanos durante los tres meses de verano, sobre todo en los días en los que las temperaturas son elevadas. Por ello, es muy importante que las mismas cuenten con una serie de elementos que les permita ser catalogadas como accesibles para las personas con discapacidad y también para aquellas que tienen movilidad reducida. Desde ILUNION Accesibilidad explican varios puntos que se deben cumplir en las piscinas públicas para ser accesibles, independientemente del tipo de discapacidad de las personas: aparcamientos reservados para personas de movilidad reducida en las zonas de acceso, duchas con asiento, personal de apoyo, señalización táctil, visual y sonora y zonas de sombra y espacios reservados.

Qué hace que una piscina pública sea accesible

Para que una piscina pública sea considerada como accesible, los profesionales de ILUNION Accesibilidad destacan “la importancia de apostar por el diseño inclusivo y la accesibilidad durante todo el proceso de diseño y construcción de las piscinas públicas, de una manera transversal”.

Los requisitos clave que deben cumplir las piscinas públicas para ser accesibles para todos, tal y como recoge ILUNION Accesibilidad, son los siguientes:

  • Accesibilidad universal. Esto conlleva la obligación de eliminar todas las barreras físicas, sensoriales, cognitivas y de comunicación. Todo ello, con el objeto de garantizar la igualad de oportunidades y la inclusión de todos los individuos en la sociedad.
  • Cero barreras y obstáculos. Es fundamental analizar todas las barreras y obstáculos con antelación para poder eliminarlos o reducirlos en la medida de lo posible.

Si se tienen en cuenta este tipo de cuestiones será posible establecer unas pautas adecuadas de accesibilidad a una piscina pública. Además, también será necesario que se den las condiciones de accesibilidad en otros puntos del recinto, más allá de la propia piscina. Esto exige la presencia de taquillas, aseos públicos o zonas comunes.

Otro punto a tener en cuenta es la eliminación de barreras de comunicación para aquellas personas con discapacidad auditiva. De este modo, este colectivo podrá acceder a información clave, como por ejemplo horarios o norma de uso.

Con todo esto, desde ILUNION Accesibilidad tienen claro que para que “una persona con cualquier tipo de discapacidad, permanente o temporal pueda acceder a una piscina, no solo hay que tener en cuenta los elementos arquitectónicos, sino que se debe concebir la accesibilidad en su conjunto”.

Una necesidad más clave

Hay una tercera clave para considera que una piscina pública es accesible y es que incluya elevadores hidráulicos con asientos accesibles a la piscina. Este mecanismo garantiza el baño para personas con movilidad reducida de manera segura y cómoda.

En definitiva, desde ILUSINO Accesibilidad dan una serie de puntos a cumplir para que las piscinas públicas en nuestro país sean accesibles:

  • Deben contar con aparcamientos reservados para personas con movilidad reducida que estén cercanos a las zonas de acceso a la piscina.
  • Duchas con asiento.
  • Debe haber personal de apoyo con formación para asistir a las personas con discapacidad en el acceso a la piscina.
  • Debe contar con señalización táctil, visual y sonora para personas con discapacidad sensorial.
  • Zonas de sombra y espacios reservados para el descanso y una óptima comodidad.

Por tanto, las piscinas públicas son espacios recreativos al que todas las personas tienen derecho a acceder en igualdad de oportunidades, con independencia de su discapacidad. Así, desde ILUNION Accesibilidad manifiestan que en las piscinas públicas resulta crucial eliminar todas las barreras arquitectónicas e informativas para “construir un mudo mejor con todos incluidos”.