Confirmado por expertos: este error común que cometes cuando comes de táper puede poner en riesgo tu salud

Usar un táper para llevar la comida al trabajo o a la universidad se ha convertido en un hábito muy extendido, y es que más del 40% de los españoles lo hace a diario. Sin embargo, un error común puede poner en riesgo tu salud, y es nada más y nada menos que guardar comida caliente directamente en el táper y meterlo en la nevera ya que, aunque muchos realizan esto por comodidad, puede fomentar la proliferación de bacterias como la salmonela, aumentando el riesgo de intoxicaciones alimentarias.

Según expertos en hábitos domésticos y conservación de alimentos, dejar enfriar la comida durante al menos una o dos horas antes de cerrarla y refrigerarla es algo muy importante para mantenerla segura. Así, se evita la acumulación de vapor dentro del táper, un factor que puede convertir un recipiente aparentemente limpio en un foco de bacterias peligrosas.

Qué tener en cuenta al usar un táper

No todos los táper son iguales ni aptos para cualquier uso, y los primerísimo que debemos revisar es si el recipiente está certificado para alimentos. Los símbolos grabados en el plástico indican para que sirven, como por ejemplo, si vemos una copa y un tenedor quiere decir que es seguro para contener comida; mientras que otros símbolos indican si se puede usar en microondas, congelador o lavavajillas.

Además, la limpieza del táper es esencial. Si no queremos que los restos de grasa o alimentos se adhieran, podemos usar un truco muy sencillo, y es que antes de introducir la comida, untemos ligeramente el interior con un papel impregnado de aceite, creando de esta forma una fina película protectora. También es recomendable eliminar residuos con un papel de cocina mojado o incluso con un cepillo de dientes viejo para alcanzar las rendijas más difíciles.

Conservación y almacenamiento seguros del táper

La manera en que guardamos nuestro táper también puede llegar a influir en la seguridad de los alimentos. En la nevera debemos meter los recipientes ya cerrados y en la parte intermedia, que es donde la temperatura se mantiene más constante y, tal y como hemos señalado al principio del artículo, nunca debemos colocarlo caliente, ya que el calor provoca vapor dentro del recipiente y puede acelerar el crecimiento bacteriano.

Cuando se guardan los táper vacíos, es aconsejable poner papel de cocina entre ellos para evitar que se rayen o encajen unos con otros; mientras que si queremos evitar los malos olores, podemos ponerles un poco de arroz crudo dentro de los mismos, ya que es un alimento que absorbe la humedad del ambiente. En caso de que nos encontremos ante un olor más persistente, podemos ponerles café o, incluso, pasta de dientes mezclado con agua.

Otro de los errores más comunes que podemos cometer es el de cortar alimentos directamente dentro del táper, ya que esto puede rayar el plástico, creando de esta forma pequeñas rendijas en las que pueden entrar bacterias. Es decir, que lo mejor que puedes hacer (y mucho más cómodo, por cierto) es cortar dichos alimentos en otro lugar y luego trasladarlos a un táper limpio.

Lo cierto es que el táper es un invento que nos ha facilitado en mucho la conservación y el traslado de la comida, pero debemos tener en cuenta unos mínimos de limpieza para que esto no nos provoque el día de mañana algún problema de salud. Y es que no solo es importante el proceso con el que guardamos la comida, sino también cómo almacenamos estos recipientes o si el material con el que están hechos es el correcto para su uso, además de que el punto de la limpieza también es clave para evitar riesgos innecesarios si nos llevamos fuera de casa.