Adiós a fumar en las terrazas: España endurece la ley con estas prohibiciones e inicia la ‘guerra’ contra el vaper

España, al igual que muchos otros países, sigue avanzando en pro de la salud pública con su nueva ley antitabaco, la cual ahora prohíbe el fumar o vapear en espacios que antes quedaban un poco en el limbo, como por ejemplo en las terrazas de bares y restaurantes, en piscinas o, incluso en las vías o marquesinas del transporte público.

Además, con esta medida, se equipara los cigarrillos electrónicos a los convencionales, algo que implica que cualquier producto que se pueda inhalar o fumar queda bajo el paraguas de esta nueva regulación, buscando de esta forma el reducir la exposición al humo, proteger a los más jóvenes (ya sea de la influencia o de las propias emisiones) y avanzar hacia un país libre de humos.

Si estabas acostumbrado a encender un cigarrillo en una terraza mientras tomabas algo o a usar tu vaper en la calle, la nueva ley te lo pone difícil, ya que ahora será necesario mantener una distancia mínima de 15 metros en lugares como centros educativos, hospitales, zonas culturales o deportivas, extendiéndose incluso a las paradas de transporte público y los espectáculos al aire libre, punto que marca un antes y un después en la aplicación de la normativa.

Qué nuevas restricciones sobre dónde no podrás fumar ha traído esta nueva ley

Como ya te hemos adelantado al principio de este artículo, en esta ley se establecen claramente qué espacios deberán permanecer libres de humo, como es el caso de los parques infantiles, las áreas deportivas, las zonas culturales y educativas, lugares en los que no se permite fumar ni junto a las vallas ni gradas, de forma que se garantice que ni los menores ni aquellos que realizan una actividad física estén expuestos al tabaco. La imagen tradicional de las terrazas, donde muchos de los que están sentados en las mismas se encienden un cigarro cuando les traen su bebida, ya va a ser historia, y es que en estos lugares tampoco se podrá fumar ni tan siquiera los cigarrillos electrónicos.

Los vehículos de transporte profesional también entran en la regulación, ya que los conductores, aunque viajen solos, no podrán fumar dentro de los mismos, asegurando así la seguridad de pasajeros y del propio conductor. La ley contempla incluso los productos relacionados que no contienen tabaco o nicotina, como bolsitas de nicotina, mezclas vegetales o dispositivos de tabaco calentado, que ahora se consideran equivalentes a los cigarrillos tradicionales, ampliación que responde a un aumento de consumo entre jóvenes, evitando que el vaper o productos similares sirvan de puerta de entrada al tabaquismo convencional.

Restricciones de publicidad y protección de la salud pública

Además de prohibir el consumo, la nueva ley refuerza las restricciones de publicidad, ya que se prohíbe toda forma de promoción de productos de tabaco y sus equivalentes, ya sea en medios impresos, digitales o audiovisuales, así como en mobiliario urbano, bares, discotecas o terrazas. También queda prohibido el patrocinio de eventos culturales, deportivos o festivales, evitando que las marcas asocien su imagen a actividades de ocio.

Con esta nueva normativa, también vienen cambios en la señalización de los espacios, ya que estos estarán obligados a mostrar de forma visible que en ese lugar en concreto no se puede fumar, de modo que el cumplimiento sea mucho más efectivo. Pero todo esto, aunque nos parezca raro, no incluye el empaquetado neutro, una medida que organizaciones como el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo consideran eficaz para reducir el inicio del consumo, sobre todo entre los adolescentes.

A pesar de este último punto, esta ley sí que supone un avance muy importante, ya que se intenta proteger aún más a los menores, trabajadores y al público en general, sobre todo porque se vuelve mucho más coherente con ciertos productos relacionados con el tabaco que hasta entonces no se sabía muy bien qué hacer con ellos.