Confirmado: instalar un punto de recarga en un garaje comunitario es más fácil que nunca y así puedes hacerlo paso a paso

Los garajes comunitarios son un espacio en el que cada propietario tiene que respetar una serie de reglas, pero a la vez cuenta con unos derechos. Ahora, con la electrificación del transporte, surge la necesidad de instalar cargadores de vehículos eléctricos y esto es algo que es más fácil de lo que pueda parecer. Es un proceso que genera dudas y que puede conllevar enfrentamientos si no se planifica de la manera adecuada, por lo que hay que conocer a fondo el asunto. Pero, si se siguen unos pasos, se puede conseguir si excesivos problemas. Para ello, clave es la Ley de Propiedad Horizontal, que establece los derechos de los propietarios y la forma correcta de comunicar la instalación.

El punto de recarga y su funcionamiento

Un punto de recarga es básicamente un enchufe diseñado para alimentar la batería de un coche eléctrico. Existen diferentes modelos de acuerdo a la potencia, desde simples tomas domésticas hasta sistemas más complejos, como son los cargadores wallbox o los tótems de las electrolineras.

Sus componentes principales son:

  • Manguera de carga.
  • Convertidor de potencia para transformar la corriente alterna en continua.
  • En casos de alta demanda, centro de transformación conectado a la red eléctrica.

Si hablamos de garajes particulares, la instalación es más sencilla y no requiere de estos elementos tan complejos.

Será la plaza de aparcamiento donde se ubicará el vehículo define qué tipo de cargador se puede instalar. Mientras que los puntos de recarga de alta potencia se usan en estaciones públicas, en un garaje comunitario un cargador de baja o media potencia suele ser suficiente para la mayoría de los coches eléctricos.

Cómo instalar un punto de recarga sin tener problemas con los vecinos

Antes de iniciar la instalación hay que informar a la comunidad de vecinos. En el caso de las plazas individuales, basta con notificarlo previamente, ya sea en una junta ordinaria o mediante un comunicado a la presidencia, incluyendo al administrador de fincas si existiese. La comunidad no puede negar la instalación salvo si se trata de un garaje sin asignación de plazas individuales.

Un punto de recarga, si está destinado a sólo un vehículo, requiere un contador independiente, lo que garantiza que el consumo eléctrico se contabiliza de forma correcta y no se usa la electricidad común. Si son varios los vecinos los que comparten el mismo punto, el proceso se complica ya que se necesita la aprobación de todos los propietarios implicados, un sistema para determinar prioridades de carga y acuerdos sobre los gastos de electricidad y mantenimiento.

Los derechos y límites legales

De acuerdo con la Ley de Propiedad Horizontal, cada propietario puede utilizar su plaza de garaje como considere oportuno, siempre que no altere la estructura del espacio ni comprometa la seguridad del edificio incluso en lo relacionado con la instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos.

Así, el artículo 17.5 asegura que “la instalación de un punto de recarga de vehículos eléctricos para uso privado en el aparcamiento del edificio, siempre que éste se ubique en una plaza individual de garaje, sólo requerirá la comunicación previa a la comunidad. El coste de dicha instalación y el consumo de electricidad correspondiente serán asumidos íntegramente por el o los interesados directos en la misma”.

De esta manera, la ley protege al propietario frente a posibles quejas de los vecinos. Para conseguir la instalación sólo hay que respetar las normas técnicas, asumir los costes y asegurar que el vehículo y el cargador se ajustan a la plaza. En el caso de plazas compartidas o sin asignación, se requiere de acuerdos en la juta de propietarios.