Confirmado: la subida en la cuota de autónomos no gusta a nadie… pero así te afectaría la Seguridad Social la sube

La noticia más temida para los trabajadores por cuenta propia ha llegado, y es que la cuota de autónomos va a sufrir una nueva subida a partir de 2026, algo que ha provocado diversas reacciones que, como podemos suponer, no han sido precisamente positivas. Y, si bien es cierto que todo esto responde a la necesidad de reformar todo el sistema de cotización relacionada con los ingresos reales, lo cierto es que el bolsillo de muchos trabajadores por cuenta propia se va a ver bastante afectado, ya que el aumento va a ser de, nada más y nada menos, que casi 600 euros.

Y es que la cuota de autónomos va a subir de los 217 euros a los 796 euros anuales, aunque dependerá del tramo de ingresos en el que se encuentre cada profesional, es decir, que quienes menos ganen, apenas notarán dicha subida; mientras que aquellos con ingresos más elevados tendrán que hacer un mayor esfuerzo económico. Con todo esto, el objetivo que tiene en mente la Seguridad Social es que, para 2032 todos los trabajadores por cuenta propia coticen en función de lo que realmente ingresan, equiparando con ello sus derechos a los de los trabajadores asalariados o por cuenta ajena.

Cómo será la nueva subida de la cuota de autónomos

Para entender mejor qué supone esta reforma, debemos remontarnos a antes de 2023, cuando los trabajadores por cuenta propia podían elegir cuánto cotizar, a lo que la mayoría de ellos elegía la la base mínima, con lo que obviamente venían muchos más beneficios al no tener que hacer frente a una factura tan grande, pero lo que pasaba en realidad es que se dejaba a los autónomos con pensiones y prestaciones mucho más bajas que las de un asalariado, desigualdad que se ha intentado corregir con todas estas reformas.

A partir de 2026, arranca la segunda fase de la reforma y ahí es donde entra la subida, ya que quienes declaren ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional tendrán una cuota de autónomos de entre 217 y 271 euros al mes y, aunque esto puede parecernos mucho, lo cierto es que es menos de lo que pagaban en 2022, cuando la cuota mínima estaba en 294 euros. El problema llega en los tramos medios y altos, ya que para ingresos de más de 6.000 euros mensuales, la cuota puede superar los 500 euros mensuales.

Desde la Seguridad Social han insistido en que, si bien es un cambio notable en las cantidades, es necesario para que se puedan garantizar unas mejores coberturas en lo relacionado a las bajas, la maternidad, el cese de actividad y, obviamente, las pensiones de jubilación. Por su lado, las asociaciones de autónomos están bastante divididas, ya que mientras ATA lo rechaza de plano, UPTA y UATAE lo aceptan, aunque el primero pide mejoras en las prestaciones y el segundo, más protección para quienes tienen menos ingresos.

La cuota de autónomos, ¿impuesto o inversión?

Una de las críticas más repetidas es que esta subida se siente como una carga fiscal más, pero este punto debe quedarnos muy claro, y es que la cuota de autónomos no es un impuesto, sino una cotización contributiva, es decir, que lo que pagas ahora repercute en las prestaciones que recibirás después. Quien cotiza más, tendrá una pensión mayor o una mejor cobertura si se pone enfermo.

A pesar de esto, el dilema es bastante evidente, ya que muchos autónomos con ingresos bajos ven difícil llegar a fin de mes y sienten que esa “inversión” les cuesta demasiado en el presente, es más, casi el 40% de los trabajadores por cuenta propia están en los tramos de ingresos más bajos, lo que significa que buena parte de este colectivo seguirá ajustando su economía personal para poder cumplir con la Seguridad Social.

Y aquí está el quid de la cuestión, ya que mientras se persigue la equiparación con los asalariados, muchos autónomos reclaman un modelo más flexible, donde se contemple incluso la posibilidad de “ingresos cero, cuota cero”. España, de momento, no contempla ese esquema, y la cuota de autónomos seguirá siendo obligatoria aunque los ingresos caigan.