En más de una ocasión, todos hemos soñado con que nuestros padres nos regalen una casa. Algo que parecía muy lejano, no lo es tanto en ciertas comunidades de España, donde las donaciones de viviendas de padres a hijos se han disparado un 67% en los últimos siete años, según los datos del Consejo General del Notariado. No estamos ante un gesto caprichoso, sí ante una estrategia familiar frente a un mercado inmobiliario que parece más una losa que una oportunidad.
El precio medio del metro cuadrado ya roza los 2.500 euros y los jóvenes tienen más dificultades que nunca para emanciparse. Prueba de ello es que la edad media para hacerlo supera los 30 años, frente a los 26 en Europa. Así, ante la imposibilidad de comprar o alquilar, los padres han tomado una alternativa. Eso sí, donar una casa no es tan sencillo como entregar las llaves, pues hay un proceso fiscal en el que aparece el Impuesto de Sucesiones, la plusvalía municipal o el IRPF. Todos estos elementos, y otros, entran en juego.
Muchas más donaciones en la actualidad en estas comunidades
Lo que antes se hacía con el testamento, hoy ocurre con los padres en vida. Cada vez son más las familias que optan por donar las viviendas directamente a los hijos. En lo que llevamos de año 2025, se han registrado 26.923 donaciones, muchas más que hace apenas unos años. El motivo no es otro que la solidaridad intergeneracional.
Los expertos asegura que “es una manera de ayudarles a empezar sin esperar a que sea demasiado tarde”. En un país en el que sólo el 27% de los menores de 30 años vive en casa propia, los padres han pasado a ser los auténticos “bancos familiares”. En diferentes comunidades autónomas de nuestro país, como Andalucía, Madrid o la Comunidad Valenciana, las bonificaciones fiscales están impulsando más este tipo de transferencias, puesto que algunas familias pagan hasta un 99% menos de impuestos por donar entre parientes directos.
Donar sale más caro que heredar, pero compensa
La donación puede salir más cara que heredar, este puede ser el punto negativo. Y es que el donante también paga impuestos si la casa ha subido de valor desde el momento en el que la compró. Si los padres compraron una casa por 100.000 euros y ahora tienen el doble de valor, deberán tributar por una ganancia patrimonial de 100.000 euros en su IRPF. Esto es algo que “mucha gente no lo sabe y luego se llevan una sorpresa”, aseguran los expertos. Pero existen dos excepciones:
- Si el donante cuenta con más de 65 años y se trata de su vivienda habitual, no se paga el IRPF.
- También puede donar solo la nuda propiedad y quedarse el usufructo hasta su fallecimiento, reduciendo la carga fiscal.
Por tanto, antes de donar una vivienda conviene consultar con un notario o asesor fiscal porque cada comunidad autónoma tiene una reglas distintas y en algunos casos la diferencia entre donar y heredar puede suponer miles de euros.
Amor, pero cabeza fría y asesoramiento
Donar una vivienda a los hijos no es sólo una transacción, es una prueba de amor verdadera, de confianza y, en muchas ocasiones, de desesperación ante un sistema que no ofrece alternativas reales a los más jóvenes. Pero ojo, también estamos ante un decisión que requiere cabeza fría y un buen asesoramiento. Entender cómo y cuándo hacer una donación puede marcar la diferencia. Si estás pensado en regalar o recibir una vivienda, debes conseguir toda la información posible.