Es oficial: Isabel Díaz Ayuso y la Comunidad de Madrid financiarán el próximo proyecto de Woody Allen con este fin

Woody Allen tiene un filón en España. En 2008, el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat de Catalunya pagaron dos millones de euros para la producción de Vicky, Cristina, Barcelona y en 2019 San Sebastián inyectó 60.000 euros en el rodaje de Rifkin´s Festival. Ahora es el turno de la Comunidad de Madrid, que ha decidido patrocinar un proyecto del director de cine con el objetivo de que potencie los beneficios turísticos de la región y le dé todavía mayor proyección internacional con un film que deberá contener en su título la palabra Madrid. El coste es de 1,5 millones de euros.

De acuerdo con lo comunicado por parte del Gobierno autonómico, la Comunidad de Madrid empleará esa cantidad de dinero público para financiar, en tres pagos desde 2025 a 2027, el proyecto del estadounidense. En el documento remitido a los medios de comunicación se explica que el patrocinio está justificado ya que “las localizaciones que aparecen en películas o series pueden despertar el interés de los espectadore y motivaros a viajar a ese destino”.

Las condiciones del acuerdo Madrid – Woody Allen

Entre las condiciones para que esta operación llegue a buen puerto está la principal, que es que en el título de la película tiene que aparecer la palabra Madrid. Además, todo al largometraje se tiene que rodar de forma integra en la Comunidad, con al menos un 15% de las escenas filmadas en exteriores, y que el estreno mundial del mismo se haga en una “festival internacional de reconocido prestigio”. A todo ello, añadir que el Gobierno de Díaz Ayuso debe hacer acto de presencia junto al equipo técnico y artístico durante la premiere, la rueda de prensa de inicio de la producción y durante el rodaje en sí.

Por el momento no han trascendido detalles sobre el largometraje, más allá de que su título provisional es Wasp 2026, en cuanto al reparto o trama, ni en lo que respecta a su potencial fecha de estreno, que vence el 31 de diciembre de 2027.

El acuerdo recoge que “el comienzo de los pagos requerirá que se haya obtenido la aprobación del proyecto de coproducción de la obra por el Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA)”. Además, establece una reducción del coste pagado por la Comunidad de Madrid en el caso de que se incumplan algunas de las prestaciones previstas en el desglose de los pagos o su cancelación, si finalmente no se realizara ninguna de las actividades detalladas.

Habrá que ver si el resultado de la obra está a la altura del legado de Woody Allen y su inyección de 1,5 millones de euros termina viéndose reflejada en los beneficios que desde el Gobierno regional prevén para la Comunidad. Según fuentes oficiales “Para los destinos turísticos estar presente en películas o series supone una herramienta de marketing fundamental. El llamado turismo cinematográfico, también conocido como turismo inducido por el cineturismo, turismo de pantalla o set-jetting, está en auge”.

Un verano histórico

Madrid ha tenido este verano el récord de visitas internacionales, superando por primera vez en su historia los cuatro millones de pernoctaciones, un 9% más respecto al mismo periodo en 2024 según los datos del Ayuntamiento. El proyecto de Allen debe conseguir dar un paso más, tal y como reconocen desde el gobierno regional: “El rodaje de una película en un territorio pude suponer un enorme crecimiento en popularidad, imagen internacional, atracción turística además de retornos que muestre escenas o localizaciones claramente representativas o identificativas de un territorio y que tengan a este como un elemento protagonista más de la historia favorece su reconocimiento y su fijación en la memoria del espectador”.

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