Adiós al derroche: pese a la inflación, con estos trucos de la OCU ahorrarás hasta 2.000 euros al año en el supermercado

El carro de la compra cada día es más caro, pero hay formas de ahorrar aunque muchos lo consideren imposible o muy complicado. Es más, se puede evitar un gasto de 2.000 euros siguiendo una serie de trucos que ofrece la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), entre los que están la elección de uno supermercados u otros, algo que puede hacer que no salgan de nuestros bolsillos sobre 1.000 euros.

Antes de la compra, un vistazo al móvil

La tecnología se pone de nuestro lado a la hora de ayudarnos a ahorrar. Así, antes de salir de casa para realizar la compra, hay que echar un vistazo al comparador online que ofrece la OCU y que con un simple vistazo puede hacernos ver las diferencias de precios abismales entre unos establecimientos y otros, alguno de los más baratos podría estar cerca de casa incluso. Como dijimos, elegir entre una tienda u otra es la principal diferencia en el ticket mensual de la compra con los mismos productos.

Así, cinco minutos para consultar el mapa interactivo de precios es una buena inversión de tiempo para una compra más rentable.

¿Son necesarias las marcas tan conocidas?

El poder de la publicidad nos ha hecho que tengamos en la memoria ciertos nombres en la mente, asociados casi todos de forma automática con una calidad superior, pero no siempre es así. La OCU lleva décadas analizando productos de marca blanca y sus conclusiones son relevadoras y aseguran que apostar por las marcas de distribuidor en categorías como lácteos, limpieza o legumbres puede reducir la factura en un 40%, sin que se vea una merma en la calidad o sabor del producto.

Una lista para controlar el impulso

Ir a realizar la compra a un supermercado sin un plan es como navegar a la deriva. Cada oferta, cada color y cada disposición de los productos está estudiada para activar la compra por impulso. La recomendación principal de la OCU es la de planificar los menús semanales y elaborar una lista cerrada para evitar gastos innecesarios. Este simple gesto te da el control absoluto sobre lo que entra en tu carro.

Mala idea ir a comprar con hambre

Aunque parezca una tontería, no lo es. Uno de los errores que se comete cuando se va al supermercado es ir con hambre. Con el estómago vacío, todo lo que parece más apetecible y por tanto es más probable que se acaben añadiendo productos que no se necesitan. La solución es tan sencilla como efectiva: ir al super siempre después de haber comido y ceñirse a la lista realizada.

Hay que mirar bien las etiquetas para ahorrar

Desde la OCU se insiste en que el comprador debe localizar un indicador clave: el precio por unidad de medida. Es aquí donde se desenmascaran las falsas ofertas, pues comparar el precio por kilo o litro entre diferentes formatos del mismo producto revela cuál es la opción más económica de verdad, desmontando muchas estrategias de marketing.

Las ofertas no siempre son buenas

Una oferta sólo es buena si el producto es necesario y su precio final es ventajoso. Los estudios de la OCU alerta sobre la compra compulsiva de artículos en promoción que, o no son necesarios, o corren el riesgo caducar en nuestra despensa. ¿Ese producto sería necesario si no estuviese de oferta? En la respuesta está la solución.

Aprovechamiento de lo que ya tenemos

Cada alimento a la basura es dinero que se ha tirado. La recomendación es la planificación de comidas y un aprovechamiento total de los alimentos, algo tan importante como saber dónde comprar. Se estima que una familia desperdicia cientos de euros al año en comida que nunca se llegan a consumir.

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