En la mayoría de los hogares la calefacción está funcionando desde hace semanas, pero no siempre a pleno rendimiento porque hay que mirar también el bolsillo. Nadie quiere llevarse un susto con la factura y menos en una época en la que vienen muchos gastos con las fiestas navideñas y los Reyes Magos. Pero hay formas de lograr un mayor rendimiento a la calefacción en casa, llevando a cabo cuatro acciones que nos darán más confort y controlando el gasto.
Los pasos para limpiar la calefacción
Los pasos a seguir para limpiar la calefacción, tal y como nos cuentan en el perfil Trukitoke de Instagram son los siguientes:
- Limpia el calefactor con vinagre y jabón. De esta forma se eliminará la grasa y el polvo, que han llegado a crear una capa aislante. De esta forma, al limpiarlo, se transmite mejor y el radiador trabaja menos.
- Púrgalo antes del invierno. El aire que hay dentro impide que circule de la manera correcta el agua caliente. Cuando se purga, el calor se reparte de forma uniforme y calienta mucho más rápido.
- Colocar papel de aluminio o parasol de coche entre el calefactor y la pared. Así, el calor se irá hacia la habitación en vez de perderlo por la pared. El resultado se notará de manera inmediata.
- Añade un humidificador. El aire húmedo retiene mejor el calor y tendrás la sensación de más temperatura en el hogar sin la necesidad de subir el termostato.
Son cuatro pequeño gestos, pero el cambio en la factura y en el confort será grande.
Otros trucos para ahorrar en calefacción
- Aislar las ventanas
Las ventanas suelen ser el punto débil de nuestro hogar, por donde se escapa hasta un tercio del calor. Si no se pueden cambiar por unas más eficientes, por ejemplo con doble o triple cristal, la diferencia la podemos encontrar en sellar los huecos. Para ello hay que aplicar burletes autoadhesivos de espuma o silicona en el perímetro de las hojas de la ventana, con lo que conseguiremos bloquear los escapes de aire.
- Distribuir bien los radiadores
Uno de los errores más comunes es colocar un sofá grande o una estantería delante de los radiadores, sobre toto por una cuestión estética. Pero esto perjudica, ya que actúa como una barrera que absorbe y bloquea el calor, impidiendo que se distribuya por la habitación y forzando al radiador a trabajar más tiempo para alcanzar la temperatura deseada. Lo mejor es despejar la zona y permitir que el aire caliente circule por delante y por detrás del radiador.
- Controlar el termostato y la temperatura
Otro error que se repite en muchos hogares es el de mantener una temperatura constante y excesiva. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se recomiendan unos 18º como temperatura adecuada y saludable para el interior, que puede bajar por la noche o cuando la casa está vacía. Un termostato con temporizador, con un precio razonable en el mercado, nos puede ayudar a programar el encendido para media hora antes de llegar a casa, evitando así que funcione durante todo el día. También se puede programar el apagado automático por la noche, evitando calentar una casa vacía durante muchas horas.
- Un buen uso de las cortinas
Cuando las ventanas son antiguas y se han convertido en un punto de pérdida de calor, las cortinas pueden ser de gran ayuda. No se trata de las cortinas traslúcidas de verano, sino de cortinas térmicas, de tejido grueso y forradas con una capa aislante. Por la noche, al cerrarlas, se crea una capa de aire inmóvil que frena la fuga de calor hacia el cristal frío de la ventana. Por la mañana se pueden abrir para aprovechar el calor del sol, por el que no se paga dinero.