Son muchos los consejos que se dan si aparcas el coche en plena calle, según la época del año. En la actual, con un frío que se prolongará durante los próximos meses sobre todo por las noches y a primera hora de la mañana, hay uno que no sólo puede evitar daños en el motor, también salvar la vida de un animal. Y es que es habitual que durante las frías madrugadas, un vehículo se convierta en un refugio para los gatos que no dispone de hogar. Por ello, cuando llegues por la mañana al vehículo y te dispongas a iniciar la jornada, da un golpe suave en el capó o un toque de claxon. Esto será suficiente para que el animal pueda salir de donde está antes de ponerte en movimiento. Así lo piden veterinarios y organizaciones protectoras de animales.
Una forma de calentarse en periodos de frío
Las bajas temperaturas que aparecen en esta época del año no solo afecta a la rutina del día a día, también introduce un riesgo imprevisto y potencialmente fatal para la fauna urbana. Con el frío, muchos animales se esconden en cavidades y recovecos de los vehículos para poder calentarse, sobre todo durante la noche.
En esas frías madrugadas, un vehículo que cuenta con calor residual del motor se convierte en un refugio ideal para muchos gatos con el objetivo de calentarse. Incluso horas después de que el motor haya sido apagado, el calor surge del bloque o la zona del radiador se convierte en un imán irresistible para ellos. Del mismo modo, este comportamiento de supervivencia a la intemperie se convierte directamente en una trampa mortal en el instante en el que el conductor, que no sabe de la presencia del felino, se dispone a arrancar el vehículo.
El peligro para el animal, que se suele acomodar cerca del bloque del motor, junto a la batería o sobre los neumáticos, llega una vez que se enciende el coche. Con el inicio del movimiento las correas de distribución, el alternador y los ventiladores pueden atrapar o mutilar de forma instantánea al animal así como provocar daños mecánicos importantes al coche, con reparaciones muy costosas para el dueño.
Recomendación oficial en ciudades frías
Desde las asociaciones y protectoras de animales insisten en la necesidad de incorporar esta medida preventiva en la rutina diaria, ya que los gatos son extremadamente vulnerables al estrés térmico invernal y no solo los más jóvenes. Con un simple toque, un golpe suave en el capó o incluso con un breve pitido, se generar una vibración suficiente para alertar al gato sin sobresalto, dándole el tiempo necesario para escapar del vehículo antes de que cualquier pieza se ponga en movimiento.
Esta solución, muy efectiva y simple, ha sido adoptada como una recomendación oficial en campañas de seguridad ciudadana en varias ciudades con climas fríos. La clave está en el sobresalto que se provoca por la vibración, que es interpretado por el gato como una señal de amenaza inminente y el incita a buscar un nuevo refugio.
En el caso de los gatos, su temperatura corporal ideal ronda los 38 grados, por lo que en temperaturas cercanas al punto de congelación su gasto energético es enorme. Por ello, cualquier fuente de calor pasivo, como en este caso un motor recién apagado, se convierte en un refugio frente a la exposición al viento y la humedad.
Para los más preocupados, los expertos recomiendan siempre realizar una inspección visual rápida en los huecos de las ruedas, aunque el gesto más efectivo es el golpe en la chapa. En definitiva, una medida de seguridad basada en el instinto animal y la protección civil.