Muchas cosas cambiarán en el próximo año y una de ellas será el coste de los taxis en la ciudad de Madrid. Y no será con una buena noticia para los usuarios de este medio de transporte, todo lo contrario. El precio subirá un 2,36%, pasando la tarifa diurna de 1,35 a 1,40 euros y la nocturna y festivos de 7,50 a 8 euros. Si se compara con las opciones VTC, si el viaje que se va a hacer es largo o en hora punta, el taxi es la mejor opción. Si, por el contrario, se da en horas críticas o es de corta distancia, los VTC pueden ser más baratos y cómodos.
Tarifas claras y viajes sin sorpresa
La actualización de los precios de los taxis en la capital de España tiene como objetivo principal equilibrar los costes de los titulares de licencias y ofrecer un servicio estable a los usuarios. Uno de los puntos a favor de los taxis es que son bastante previsibles. Es decir, con carriles preferentes y paradas oficiales, se evita gran parte del estrés de la hora punta. Esto se convierte en la opción más cómoda para todos aquellos que tienen horarios ajustados o deben llegar puntuales a reuniones y vuelos.
Si hablamos de viajes largos, los taxis también suelen ser más económicos que coger un VTC, sobre todo si se tiene en cuenta que el precio en este medio de transporte, el VTC, puede variar según la demanda. Así, aunque la subida de tarifas pueda parecer un inconveniente, la certeza de un precio cerrado y un servicio constante sigue siendo una ventaja clara frente a la competencia digital.
La comodidad puede salir más cara
Los VTC, como Uber, Cabify y Bolt, tienen un funcionamiento basado en tarifas dinámicas, el precio puede cambiar dependiendo de la demanda la hora del día o la zona de recogida, siendo este último detalle el que marca la diferencia. Fuera de hora punta, estos servicios pueden ser más económicos que un taxi, pero durante los picos o eventos masivos, el famoso surge price puede hacer que un trayecto corto se dispare hasta un 300% más caro respecto al taxi.
Además, la espera de un VTC puede ser mayor, sobre todo en los barrios de la periferia de Madrid o cuando es de noche. La disponibilidad no siempre es inmediata y, a diferencia de los taxis, no pueden usar carriles preferentes ni paradas oficiales. Esto significa que, en momentos de tráfico intenso, el coche puede tardar más en llegar y el viaje en general se puede alargar.
La ventaja en la elección de las VTC es la comodidad y la personalización. Puedes elegir el tipo de vehículo, conocer el precio exacto antes de confirmar y seguir el recorrido a través de la aplicación. Para todas aquellas personas priorizan flexibilidad y tecnología sobre el precio, es la opción más atractiva, pero no siempre la más económica.
¿Taxi o VTC?
Si el viaje es largo o durante la hora punta, el taxi gana la partida al disponer de tarifas fijas, red de paradas estratégicas y tiempos de espera más cortos. Así, es más probable que se llegue al destino más rápido y sin sorpresas. Además, en desplazamientos largos el precio te protege de subidas inesperadas en comparación con una VTC.
Ahora bien, si el trayecto es corto o fuera de las horas críticas, los VTC pueden ser más económicos y cómodos. La aplicación permite reservar con antelación, seguir al conductor en tiempo real y elegir vehículos específicos. La clave está en comparar nates de pedir: precio, tiempo de espera y tipo de servicio.