Un nuevo panorama en el ámbito del automóvil se acerca y detrás del mismo hay muchos actores. Uno de ellos es el gobierno de la Unión Europea, que ha presentado un paquete de medidas para el sector con el fin de apoyar los esfuerzos del mismo en la transición hacia una movilidad limpia. Las ayudas establecen un marco político ambicioso, pero pragmático para alcanzar el objetivo de neutralidad climática e independencia estratégica de cara a 2050, proporcionando al mismo tiempo más flexibilidad para los fabricantes. Además, se da respuesta al llamamiento de la industria de la UE de simplificación de las normas.
Con este paquete de medidas se envía una clara señal de mercado para los vehículos de emisión cero y se da más flexibilidad a la industria para lograr los objetivos de CO2, así como se logra apoyar a los vehículos y baterías fabricados en el viejo continente.
Así, de acuerdo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Innovación. Movilidad limpia. Competitividad. Este año, estas fueron las principales prioridades que surgieron de nuestros intensos diálogos con el sector del automóvil, las organizaciones de la sociedad civil y las partes interesadas. Y hoy, las abordamos todas juntas. A medida que la tecnología transforma rápidamente la movilidad y la geopolítica remodela la competencia mundial, Europa sigue estando a la vanguardia de la transición limpia a nivel mundial”.
Hacia una movilidad limpia
Desde el Ejecutivo europeo se han elaborado unas medidas que abordan tanto la oferta como la demanda en la transición del sector del automóvil. En cuanto a la oferta, se presenta una revisión de las normas vigentes en materia de emisiones de CO2 para turismos y furgonetas y una modificación específica de las aplicables a los vehículos pesados. Sobre la demanda, se propone una iniciativa para descarbonizar las flotas de vehículos de empresa, con objetivos nacionales vinculantes para los vehículos de emisión cero y de baja emisión.
Las normas sobre CO2 serán más flexibles para apoyar a la industria y mejorar la neutralidad tecnológica, al tiempo que proporcionarán previsibilidad a los fabricantes y confirman un señal clara del mercado hacia los coches eléctricos.
Será a partir de 2035 cuando los fabricantes de automóviles tendrán que cumplir un objetivo de reducción del 90% de las emisiones de gases de escape, mientras que el 10% restante de las emisiones tendrá que compensarse mediante el uso de acero hipocarbónico fabricado en la UE o a partir de electrocombustibles y biocombustibles. Esto hará que los vehículos híbridos enchufables, los extensores de autonomía, los vehículos semi híbridos y los de motor de combustión interna sigan desempeñando un papel más allá de 2035.
Supercréditos para pequeños coches eléctricos
Antes de 2035 todos los fabricantes de automóviles podrán beneficiarse de supercréditos para pequeños coches eléctricos asequibles fabricados dentro de la UE. Esto incentivará el despliegue en el mercado de modelos de vehículos eléctricos más pequeños. En cuanto al objetivo marcado para el año 2030 para turismos y furgonetas, se introduce una mayor flexibilidad permitiendo la “acumulación y préstamo” para el periodo comprendido entre los años 2030-32.
Para los vehículos de flotas de empresa, los objetivos que se establecen es la de disponer de más vehículos de emisión cero y de baja emisión en el mercado, tanto de primera como de segunda mano. Como los vehículos de empresa recorren más kilómetros al año, la reducción de las emisiones será mayor. Para que los vehículos se beneficien de las ayudas públicas, las emisiones nulas o bajas y el made in EU son requisitos necesarios.