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Escuchamos y leemos todos los días en Internet y en redes sociales testimonios de personas que padecen ansiedad. Y siempre desde un punto de vista negativo. Pero ¿qué es realmente la ansiedad? ¿Qué se esconde detrás de ella? ¿Qué elementos la componen?
De esto y otros aspectos te voy a hablar en este artículo. Así que si conoces a alguien que padece ansiedad o tú mismo la sufres, quédate leyendo porque quizá en este artículo encuentres las respuestas a muchas de tus preguntas.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un sistema de alerta programado para hacer que las personas sobrevivan a los peligros a los que se enfrentan.
Es un sentimiento de miedo, temor e inquietud. Es una emoción común y normal de las personas frente a situaciones estresantes y de incertidumbre y la emoción cumple una función útil que permite adaptarnos a la vida.
La ansiedad se clasifica en diferentes trastornos de ansiedad, según sus características principales. Entre los distintos trastornos de ansiedad, destacamos los siguientes:
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Trastorno de pánico: Se caracteriza por ataques de pánico de extrema ansiedad, inesperados, recurrentes y de duración breve. Entre crisis y crisis, el paciente suele presentar una elevada preocupación e intenso temor a que se repita el ataque de ansiedad.
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Trastorno de ansiedad generalizada: Ansiedad y preocupación excesiva en torno a múltiples situaciones. Se trata de una ansiedad no muy intensa, pero continua y ante cualquier factor mínimamente estresante.
La ansiedad suele aparecer acompañada de otros problemas: depresión, TOC, TDAH o consumo de sustancias.
Elementos de la ansiedad
El comportamiento humano está dividido en tres niveles, nivel cognitivo, nivel fisiológico y nivel conductual, igual que la ansiedad.
Nivel cognitivo: es todo aquello que pensamos; en la ansiedad es la percepción de peligro, la creencia de que algo terrible va a suceder.
Nivel fisiológico: son todas las sensaciones que sentimos y son parte de la respuesta de supervivencia que pone en marcha el sistema de alerta y nos prepara para luchar o huir. No son peligrosas, aunque la persona se asuste al notarlas.
Nivel conductual: son todos los comportamientos que la persona realiza para evitar el malestar y sentirse mejor, así como eliminar la posibilidad de que ocurra la desgracia temida. Lo que se conoce en psicología como conductas de seguridad.
¿Qué se esconde detrás de la ansiedad?
El problema hoy en día es que tenemos más miedos de los que necesitamos para sobrevivir; le tienes miedo a cosas que en realidad no están sucediendo en este momento, le tienes miedo a cuestiones que en realidad no están atentando contra tu vida, pero que crees que sí podrían llegar a atentar.
Y esto pasa porque cuando vamos creciendo, no solamente nos preocupa nuestro bienestar físico, sino también nuestro bienestar emocional.
Detrás de la ansiedad se esconden miedos, inseguridades, complejos, estrés, incertidumbre, tristeza, malestar. En definitiva, se esconden una serie de emociones que, si las trabajamos, podremos vivir mejor, sin agobios y felices.
Y es que muchas personas que padecen ansiedad son conscientes de que este trastorno les limita, no pueden realizar las mismas cosas que hacían antes, pero se sienten incapaces para poder solucionarlo. Han entrado en un círculo vicioso del que muchas veces es muy complicado salir.
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¿Cómo podemos dejar de sufrir ansiedad?
Para dejar de sufrir ansiedad, debemos dejar de realizar las conductas de seguridad que nos ponen a salvo y arriesgarnos, de tal forma que podamos comprobar cómo no ocurre aquello que pensamos. Debemos ser valientes y empezar a tomar decisiones.
Y sé que puede resultar difícil, pero debes salir de ahí.
Todo esto es un proceso complicado, por ello la ayuda de un psicólogo puede beneficiar mucho, puesto que te acompañará a lo largo de todo el proceso, explicándote de forma detallada cómo funciona la trampa de la ansiedad en tu caso y dotándote de estrategias que te ayuden a afrontar tus temores de una forma más adaptativa.
Déjate sentir, anímate a sentir, entrégate en las relaciones, entrégate a la vida, y verás que ya no necesitarás de tantas creencias que te limitan.
Si aprendes a cuidarte a ti mismo, a amarte, a ser tu propia compañía, te aceptas tal y como eres y confías en ti, con el paso de tiempo la ansiedad desaparece.
Afecta a más mujeres que a hombres
Todos los estudios indican que la ansiedad afecta al doble de mujeres que de hombres. Como siempre, aparecemos en los estudios con connotaciones negativas.
Algunos estudios lo justifican con problemas hormonales, pero realmente no se conoce por qué las tasas de los trastornos de ansiedad son tan elevadas en mujeres y se sabe muy poco sobre factores de riesgo antecedentes.
La realidad es que, aunque con mayor incidencia en las mujeres, todos estamos expuestos a padecer este tipo de enfermedad.
En conclusión
La ansiedad no solo se trata, sino que también se gestiona y podemos aprender a aceptarla para que deje de ser un obstáculo en la vida.
Cuando se tiene un carácter ansioso, no se va a cambiar, pero, poco a poco, podemos reaccionar de forma totalmente distinta ante circunstancias que antes nos parecía imposible afrontar. Todo es cuestión de dedicar tiempo, ganas y confianza. Y es que se puede salir de esta situación.
Con el tiempo, podemos llegar a comprender mejor nuestras reacciones.
Cuando la ansiedad es más fuerte y resistente, podemos recurrir a tratamientos. Pero para ello es importante acudir a especialistas expertos en la materia.
Lo más importante es que creas en ti, de esto se sale. Más tarde o más temprano, pero se sale. Tómate tu tiempo y deja espacio para lo bueno que te queda por vivir.