El mercado de la vivienda en España no parece tener techo. Alquilar un piso o pagar la mensualidad de una hipoteca se ha convertido en una pesadilla que empeora cada año para las familias de nuestro país. Algunos estudios recientes sugieren que los jóvenes deberían ahorrar durante casi 14 años años sólo para pagar la entrada de una hipoteca. En una economía a merced de la inflación y los tipos de interés disparados, el precio medio de la vivienda se situó en agosto en 2.004 euros el metro cuadrado. Una subida del 7,2% en comparación con el año pasado.
Ante esta situación tan precaria, y de manera paradójica, los hogares están encontrando un inesperado aliado en la figura de la Agencia Tributaria, que cuenta con un sistema de subastas de viviendas. Y a precios muy bajos.
La situación actual
Actualmente el gran grueso de la población se ha visto abocado a la única alternativa posible: alquilar. Pero ese alquiler ya absorbe más de la mitad del Salario Mínimo Interprofesional. Y sucede en toda España, incluso en las ciudades menos demandadas como pueden ser Lugo, Jaén o Huelva. Según el portal inmobiliario Idealista, el precio medio del alquiler se ha incrementado un 9,3% este año, un nuevo récord histórico. Y en el caso de las zonas más caras, como Madrid o Barcelona, los precios se disparan hasta tal punto que se necesitan casi tres salarios mínimos para costear un mes de alquiler. La hipoteca se come lo mismo.
Subastas de la Agencia Tributaria
Sin embargo, si en lugar de Idealista, Fotocasa o Spotahome o demás plataformas inmobiliarias, acudimos a la página web de la Agencia Tributaria, vemos como hay pisos por 25.000 euros en Sevilla o por 12.000€ en Valencia con nada menos que 125 metros cuadrados. Se trata de inmuebles que han sido embargados a contribuyentes que no han saldado sus cuentas con Hacienda y que la Agencia Tributaria los confisca para después ponerlos en subastas a un precio que está entre un 30% y un 50% por debajo del mercado y así conseguir ingresos rápidamente.
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¿Cómo funciona?
Para poder ver los pisos que están ahora mismo en subasta hay que acceder al Portal de Subasta del BOE. En la página web, se deberá dirigir a ‘Gestiones’ y después al ‘Buscador de bienes en subasta de la Agencia Tributaria’. Ahí podrá seleccionar el tipo de bien subastado y luego filtrar por provincias. En cada anuncio aparecen imágenes de lo que se subasta así como una pequeña descripción con detalles de la vivienda, ubicación, precio y fecha límite de la subasta.
Cómo pujar
Para realizar una puja, la persona tiene que estar registrada en la Agencia Tributaria con un certificado digital, Cl@ve PIN o DNI electrónico. Después, basta con seleccionar la subasta en la que se quiere participar y hacer un depósito del 5% del bien por el que se desea pujar. Por lo que hay que indicar un IBAN de la persona que va a realizar el depósito y las pujas. Según se indica en el portal, el interesado será avisado de cuál es la puja más alta y la realizada por el usuario, así como el tiempo del que se dispone para seguir subiendo la puja. Si dos son iguales, tendrá prioridad la que se haya efectuado antes. Si se gana, se deberá abonar el importe total en un periodo de 15 días.
Cosas a tener en cuenta
Pero ojo, porque en muchos casos hay truco. Lo primero a tener en mente es que aunque el precio inicial de la subasta pueda parecer muy bajo, puede inflarse a medida que otros usuarios pujen y alcanzar precios iguales a los del mercado inmobiliario tradicional. Por otro lado, hay que asegurarse bien de que el bajo precio no esconda deudas o cargas asociadas, porque de ser así deberán ser asumidas por el comprador.
Y, sobre todo, cerciorarse de si la vivienda viene con inquilinos o incluso okupas. A diferencia de la compraventa tradicional, en la que la vivienda se traspasa libre de cargas y ante notarios, esto no sucede en el sistema de subastas. En muchas ocasiones y como se puede comprobar en las imágenes, los inmuebles están hechos una ruina, por los que hay que tener en cuenta posibles reformas a acometer.